viernes, 3 de noviembre de 2017
Películas para desengancharse #37
Comienzo esta reseña sin medias tintas. El personaje central, protagonista absoluto y peligroso icono mesiánico de FORREST GUMP es, efectivamente, imbécil. No vayamos por otro lado porque entonces los imbéciles seremos nosotros, y no deberíamos serlo tan sólo por ser conscientes de la torticera manipulación a la que Robert Zemeckis y Tom Hanks someten a quien no puede dar otra lectura que no sea la literal a un guion repleto de bobadas y lugares comunes, la respuesta bovinista a Faulkner, que una vez acometió el intimidante reto de pensar como lo haría un disminuido mental y crear una visión de la vida desde su punto de vista. Esto es otra cosa, un film que funciona estupendamente como melodrama cómico y buenista, con una narrativa ágil, tan efectista como efectiva. Hasta ahí, hasta el atropellado repaso a la historia reciente de Norteamérica, sus conflictos bélicos, sus modas y galimatías generacionales, FORREST GUMP se ve con una mezcla de agradable fluidez y empatía cómplice. A partir de ahí, en el preciso instante que empecemos a gustarnos y creernos capaces de vislumbrar la posibilidad de un mensaje trascendental, que sólo nos está buscando a nosotros, entonces, como dije, estaremos atrapados, como espectadores y personas, en ese peligroso leit motiv: no pienses, sólo actúa. Recibe órdenes, acátalas. El mundo es simple, tú eres simple, la felicidad es simple. Y los animales camino del matadero, incluso Franju se percató de la maravillosa simplicidad que se reflejaba en sus pupilas...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Una de las moralejas más peligrosas de la Historia: el mundo es de los imbéciles.
Terrible.
Aunque luego resulta que Forrest Gump es un tío que se viste, se peina y habla como un imbécil pero hace muy pocas imbecilidades durante la película (correr como un imbécil y poco más).
O sea, la pretendida moraleja no se la cree ni el guionista.
"no sabe que en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner?"
Temíamelo...
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