miércoles, 6 de enero de 2016
Nieva sobre los hombres
¿A que se acuerdan de lo que les advertí ayer acerca de las nuevas y celebradas colaboraciones entre directores veteranos y nuevos guionistas?... Vale, los Coen no son lo que se dice nuevos, que ya llevan tres décadas en el negocio, pero su prosa sigue reinventando el lenguaje cinematográfico, colocándoles de paso en un lugar privilegiado de Hollywood, aunque de difícil ubicación semántica. A lo mejor, sin proponérselo (bueno, yo creo que sí), han devuelto la sonrisa a Steven Spielberg, que en BRIDGE OF SPIES ha recuperado gran parte de su olfato para el arte del cuento. El cuento, sí. Porque aunque esto vaya de espías en la Guerra Fría y del Telón de Acero, de la construcción del Muro de Berlín y de los microfilms y las pastillas de cianuro y los mensajes encriptados, en realidad ésta es una maravillosa y necesaria película sobre la nieve cayendo sobre los abrigos. Y los hombres ateridos, despojados. Es una película "de sombreros", de las buenas. Y es una película en la que parece haber una cálida pesadumbre que rasga sonrisas forzadas y asiste a los apretones de manos con un copazo para calmar ese frío que no disminuye ni en los interiores. Spielberg, señores, lo ha vuelto a hacer: ha filmado emociones, sensaciones que traspasan la pantalla, como en sus mejores títulos, la mayoría ya tan lejanos... Y a lo mejor los Coen le han dado un empujoncito, quién sabe, pero si me dicen que la primera media hora la ha filmado Fritz Lang o que el final lo ha hecho Alfred Hitchcock, uno puede hasta creérselo.
Buenísima. E inadjetivable.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
5 comentarios:
No, Fritz Lang, ni de coña. Juego mucho más al tema Capra. De hecho a mí me gusta más la primera parte, todo lo del juicio, el hombre íntegro frente a la masa irracional, etc...
Al maño no le ha gustado. Él se lo pierde.
Feliz año y esas cosas
Feliz año, tocayo.
Lo de Lang es por la precisión de los rostros, cómo dirige a Rylance, y luego a Hanks. Cómo los introduce y los hace familiares casi sin querer. Es un gran director de actores, sin duda, porque nos hace nuestros sus actitudes y consecuencias. Era por eso, nada más...
Vale, si era por eso no digo nada (jaja)
A mí me pareció un panfleto aburrido.
Más que íntegro, cabezón. Y cansino por ese empeño increíble pero cierto en defender a un espía soviético que yo no me creo. Me creo más lo de "me lo guardo por si hay que cambiarlo por uno de los nuestros".
No me parece una película magistral, pero tiene un nosequé que me gusta y me conforta. Es como un viejo tebeo que vuelves a leer treinta años después y empiezas a recordar cómo eran esos tiempos. Es una película para afiliarse, y ya está, y al que no le haya gustado lo puedo entender sin problemas. A Spielberg ya le está pasando como a Griffith, que no ve la razón para inventar nada, sino que va retrayendo su cine, su manera de contar historias, a los clásicos. Griffith, claro, tiraba del teatro, como no podía ser de otra forma...
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