sábado, 1 de marzo de 2014
Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #16
WOORI SUNHEE (OUR SUNHI), de Hong Sang-soo. Y la vemos empezar y la rueda se pone otra vez a funcionar. La segunda película rodada por el director coreano el año pasado empieza, cómo no, con un encuentro: Sunhi, díscola estudiante de cine que planea largarse a Yanquilandia para no dar ni golpe, se encuentra con un antiguo profesor suyo y le pide una carta de recomendación. Luego se va a un sitio donde venden pollo frito a ponerse ciega de birras, y desde la ventana ve a otro trasunto de director de cine (porque ha hecho una película y nadie la ha visto). Más tarde, este tipo se va a buscar a un amigo suyo que también dice que se dedica a lo de las películas, pero que en realidad no hace nada; los dos se encuentran en otra taberna y venga brindar con soju y fumar y echarse cosas en cara. Después es la propia Sunhi la que se encuentra con este último y le dará dos o tres besos etílicos bajo un paraguas transparente, aunque antes ya se había enrollado con el otro y además le había dado esperanzas al maduro profesor, con la condición de que le redactara otra carta de recomendación "más conveniente". Podríamos ubicar a estos tres personajes masculinos, bastante patéticos, con edades de unos 30, 40 y 50 años, y a la terrible Sunhi como veinteañera, por lo que (con su habitual urdimbre de senos y cosenos) Hong Sang-soo nos propone una reflexión certera sobre cómo, por muy complicados que deseemos aparentar, finalmente todos estamos regidos por nuestros impulsos, y da igual la edad o la posición. Eso y el pollo frito con soju, claro...
Esperaremos a la próxima...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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