jueves, 27 de marzo de 2014

Alain Resnais: Tributo a un maestro #4



LES STATUES MEURENT AUSSI supuso la inestimable colaboración entre Alain Resnais y Chris Marker; dos miradas insobornables con el fin de realizar un film de treinta minutos capaz de poner a la civilización occidental frente a sí misma, sus errores, crímenes y pecados. Una tarea engañosa y complicada, porque son muchos los panfletos que, en lugar de arrojar luz, no han hecho más que fomentar la autoindulgencia como nucléico acto de confesión. En lugar de caer en la parábola del buen salvaje (como erróneamente me parece que muchos espectadores han atisbado), Marker y Resnais se apoyan en el arte como significación aumentativa de lo que posteriormente lanzarán como una gran y dolorosa verdad. Les interesa remarcar la diferencia semántica e insalvable entre el concepto de arte en el "primer mundo blanco" (permítanme tan zafia expresión), dado en esencia al catálogo y mercadeo exhibicionista, y el arte africano, jamás en autoría y con el único fin de (como bien se encargan de recordarnos aquí) encarnar no al dios, sino a la plegaria. A la tierra y sus frutos, a la caza proveedora, a la fertilidad femenina o al equilibrio de los elementos. Y es falso y torticero hablar aquí de una confrontación entre una manera de entender la vida (porque no es más que eso) y otra; más bien deberíamos atender a la reflexión que por desgracia tan pocas veces se hace desde las voces de los cineastas: no se pueden cuestionar el destrozo y la miseria, pero sí el porqué.
Fascinante, revelador y muy necesario documental, aunque me niegue a "catalogarlo" como tal, dada su poderosa naturaleza poética.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!