miércoles, 12 de marzo de 2014
Bluegrass en Gante
Una de las películas que optaban a la categoría de habla no inglesa era la belga THE BROKEN CIRCLE BREAKDOWN, un intenso (y por qué no decirlo, insostenible) tránsito por varios cambios de registro, tantos que al film de Felix Van Groeningen lo único que le falta en sus asfixiantes dos horas es eso, un respiro. Podríamos estar hablando de un intento de mixtura entre el realismo de los hermanos Dardenne y el lirismo en tonalidades de Kaurismaki, pero esta tremebunda aproximación a ese "¡Atentos, que todo va a irse al carajo!" tiene, finalmente, toda la pinta de aquel Lars von Trier que jugaba a ser Dreyer en sus tiempos mozos. Es, sin embargo, una buena película demasiado empeñada en tocar todas las fibras sensibles, por lo que su loable mensaje termina por moralizarse en exceso y sus personajes principales, magníficamente dibujados en su primera hora, pierden peso en la segunda, y parece mentira que una tragedia tan impactante se vea perjudicada por el efecto de sus ultrasonidos. Es la historia de Elise y Didier, que luego serán Alabama y Monroe, y es la historia de su amor, del que nacerá la pequeña Maybelle. Ella se dedica a tatuar y él a tocar el banjo en una banda de bluegrass, todo parece perfecto pero la desgracia llegará de la forma más inesperada. ALABAMA MONROE (que viene a ser su segundo título) tiene una cosa muy buena, que es su directa forma de agarrar lo que le funciona; y otra no tan buena, que es el rompecabezas en el que se convierte cuando debe hilar varios motivos y, precisamente, este es un film repleto de flashbacks. O sea: Van Groeningen se perfila como un buen artesano en barro, pero como un pésimo orfebre y especialista en filigranas.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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