martes, 26 de noviembre de 2013

Robert Siodmak: Tiempo y esfuerzo #8



La tercera película rodada por Robert Siodmak en 1944, CHRISTMAS HOLIDAY, obtenía desigual fortuna de un reto doblemente mayúsculo. Primero por adaptar un complicado texto de Somerset Maugham, basada su estructura en un interminable flashback con unas conexiones no demasiado explícitas con el tiempo presente, quizá buscando una especie de fantasmagoría que la distancia completamente de cualquier film negro al uso. Ahora bien, aun entendiendo que la Universal (y sobre todo por aquella época) aprovechaba el tirón de sus estrellas para dar esplendor justo donde un nombre anónimo quedaría como una incógnita, lo cierto es que se hace "complicado" digerir un cartel que presente en primera línea a un joven Gene Kelly haciendo de un malvado que no lo es, porque se trata de un pobre niño rico atrapado por sus adicciones y, a su lado, la cándida y dulce (y soñolienta, y apamplada...) Deanna Durbin, con la difícil misión de convencernos que primero fue paletita de Vermont y luego una semivampiresa conminada a cantar en tugurios de dudosa reputación tras el paso carcelario de su díscolo marido. Kelly no baila, y Durbin apenas canta un par de sus éxitos (suponemos que para justificar), y todo es muy raro; además, la historia en sí no es más que una noche de cafeses y confesiones entre la joven desencantada y un joven oficial al que su novia ha dejado plantado porque sí... ¡Y todo en unas Navidades pasadas por agua! OK, no es una película magistral, pero el que salía fortalecido era el propio Siodmak, capaz  no sólo de remontar el vuelo, sino incluso de filmar algunas secuencias francamente emocionantes, como los arrobados encuentros de los dos enamorados a un concierto de Beethoven o la caída emocional de la joven en plena misa del gallo, ante la atónita mirada de un debutante Dean Harens, que repetiría ese mismo año con Siodmak y del que muy poco se supo después.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!