miércoles, 30 de enero de 2013
Contra el progreso y la tradición
En 1971, Nagisa Oshima filmó, a mi juicio, claro está, una de sus mejores películas, o al menos una de las que con más elegancia y sentido sentó las bases de lo que sería su manera de rodar, su cine. Un cine que era curiosa mezcla de observación y provocación; el acto y la reflexión entrelazados en la búsqueda interminable de nuevas formas narrativas. Por ello, y quizás sólo ahora, con el don de la perspectiva, Oshima ha sido tan influyente cuando de renovación de la escuela clásica nipona hablamos. En GISHIKI (LA CEREMONIA), el director realiza su propio y doloroso exorcismo familiar; con un esplendoroso trabajo de guion junto a Mamoru Sasaki y Tsutomu Tamura y un diseño de producción a cargo de Shigemasa Toda, que combinaba introspección y fastuosidad, y sumado a una fotografía magistral Toichiro Narushima, GISHIKI da buena cuenta (aunque en un complejo juego multinivel) de los fantasmas derivados de toda la bazofia acumulada durante generaciones y ocultada bajo las intocables convenciones tradicionalistas, en este caso referentes a una antigua estirpe de samuráis (el propio Oshima pertenecía a una), cuyo sentido de la moralidad, trasladado a la era moderna, aún conserva retazos de un inmoralidad que, consciente o no, deja personas marcadas, cuando no víctimas de un sistema basado en el ver, oír y callar. Sin caer en demagogias baratas, Oshima afila su discurso literario y lo eleva apoyado en unas imágenes inquietantes, difíciles de ubicar, y un reparto de asombrosa coherencia, donde sobresalen la bellísima Akiko Koyama, actriz fetiche del director, el televisivo Atsuo Nakamura (¿recuerdan aquella magnífica serie que se titulaba "La frontera azul"?) y la misteriosa y andrógina Atsuko Kaku, una actriz de estilizados rasgos de la que poco se supo después y que simbolizaba la brutal sumisión de la femineidad, descorporeizada hasta quedar como simple objeto, primero sexual, pero también como vertedero de miserias ajenas. Film más áspero que duro, GISHIKI es una cumbre en una filmografía, insisto, tan voluble como fascinante.
Saludos ceremoniosos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
7 comentarios:
Me gusta bastante Oshima y esta me falta. A bajarla.
Es de las mejores, pero te advierto que también es durilla. La música es una pasada, no dirías que es una peli de 1971...
y venga chinorris...
joder, yo también me moriré y nadie hablará de mí cuando haya muerto.
ten en cuenta que muchos odiamos a Nagisa Oshima porque cuando vimos El Imperio de los Sentidos en Cine de Medianoche esperábamos encontrar una película erótica con la que satisfacer nuestras necesidades adolescentes. Y luego resultó que no. Esas cosas marcan mucho.
Alguien hablará de usted, no sea tan cenizo...
Hablando de muertos, mrmierdas ha resucitado: prisionero34. blogspot.com
Yiiiiiiiiijaaaaaaahh!!!....
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