Un dato. Nimio, audaz, tan impotente como importante: Hoy se estrena en éste nuestro país IRON MAN 2. Y en las pantallas de televisión y de nuestros ordenadores aparece Mickey Rourke destrozando edificios y coches, hasta que llega Robert Downey Jr. y le da un sopapo en forma haz lumínico.
El fotograma de la derecha pertenece al film LA VENTANA, del argentino Carlos Sorin. LA VENTANA habla, ni más ni menos, que del último tránsito de un hombre. Sorin se toma toda la calma del mundo para contarnos el último día en la vida de Manuel, que tiene 80 años y no puede salir de su habitación, postrado por una enfermedad. Es la misma calma con la que espera a su hijo, convirtiendo dicha llegada en todo un acontecimiento, porque Manuel no quiere aparecer ante él como un enfermo. Es la misma calma con la que Manuel se da cuenta, una vez ha llegado el hijo, que su vida ha acabado y sólo será un recuerdo entrañable en esas frenéticas vidas de la gente joven, los mismos que han venido a visitarlo como una mera formalidad, "algo que se hace". Es entonces cuando Manuel, con sus últimas gotas de vida, decide abrir la ventana y mirar al exterior; y la reflexión que hace Sorin de este pequeño gesto es abrumadora y enternecedora, pues, sin decir nada, Manuel sale fuera, ha decidido que vivir un poco más no tiene sentido si es como un muerto.
Ésta vendría a ser la reflexión fundamental de una película pequeña, modesta, casi una pieza de cámara. La que yo hago viene a colación del principio de la reseña: ¿Cómo es posible que nos extrañe más LA VENTANA que IRON MAN 2?
Saludos enmarcados.
3 comentarios:
Son estas las películas que más me interesan en muchos aspectos. La veré.
Aqui otro que planea verla, de verdad que "historias minimas" me encanto y recuerdo leer articulos de cuando se estreno en que la comparaban con Tarkovski. Tengo en el HD a punto de disparar "Leonera", por cierto.
Pues, curiosamente, me parece inferior a HISTORIAS MÍNIMAS y a BOMBÓN, pero sigue siendo cine de calidad y arriesgado. Espero que te aproveche el señor Trapero...
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