martes, 23 de junio de 2009

Pretensiones

Llámenlo hastío veraniego producido por el calor (yo debí haber nacido en Finlandia), hastío de convaleciente (estoy en el coñazo de la rehab) o simple inconsciencia por mi parte, pues no estoy vacunado para según qué cosas. Y sé que estas cosas tendrían que ir en el otro blog, pero todo se andará... "¿Y de qué carajo habla éste?", dirán ustedes mientras no le pierden ojo a Depp y al niño... Pues nada, que el otro día vi un programa (sólo un trozo, eh) de esos del corazón (los llamarán así por los infartos que provocan) donde un tipo sin pelo pero de grandes napias decía que no tenía un duro, que le esperaba la cárcel y que antes (después suele ser difícil) iba a suicidarse... (pasa la bola de los westerns)... Tuve que apagar aquel despropósito antes de ir yo mismo y matarlo con mis propias manos ¿Que siguen en la inopia de lo fundamental? No pasa nada. El caso es que el horripilante shock que me produjo tamaño gilipollas me hizo, además de maldecir al ente catódico, acordarme de una curiosa película de hace algunos añitos y de la que nadie se acuerda. Muy curiosa si decimos que es la única hasta la fecha dirigida por el propio Johnny Depp, que contó en ella con su amigo Marlon Brando en una de sus últimas apariciones y, por encima de todo, por un argumento tan controvertido como irritante, tan fascinante como difícil de creer.
THE BRAVE narraba la historia de un indio nativo americano sin recursos económicos que recibe una propuesta de lo más sugerente: su familia no volverá a ser pobre nunca más. Sólo hay un pequeño requisito para ello: debe permitir que se grabe su asesinato.
Francamente ¿qué podría haber sido de esta película si la hubiese decidido rodar Haneke, o Eastwood, o Godard?... Torpezas de principiante aparte, lo cierto es que uno no sabe qué quiere contar Depp. Casi todo el metraje es gratuitamente ocupado por el dulzón cariño de ese indio por su familia, contrapunteado a veces por los improbables encuentros con quien debe convertirse en su verdugo. Una lástima, porque ya digo que uno lee la sinopsis y se queda automáticamente paralizado, y espera ver una nueva vuelta de tuerca, pero se queda, dos horas más tarde, con la sensación de haber visto ese tipo de cine miles de veces en forma de telefilm lacrimógeno de sobremesa; de ahí lo molesto cuando se empiezan a imaginar posibilidades paralelas, sin duda más interesantes y aprovechables. De todas formas era 1997 y Depp no ha vuelto a ponerse detrás de una cámara hasta el momento...
Saludos antitele...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Sr.Vázquez,ya somos dos con aplatanamiento estival agudo, cuando comienza el verano yo sueño con la estepa siberiana y con leña de encina ardiendo en la chimenea que no tengo. Y acabo conformándome con un braserito de oloroso picón, qué delicia coño!.

Kinezoe dijo...

...y tiro porque me toca.

Ni la he visto ni la recordaba. Sobre lo del tío tonto ese de la tele sí he escuchado algo. Es lo que pasa con ese tipo de sandeces, al final, sin quererlo, acaba uno enterándose...

dvd dijo...

... Lo que puede uno llegar a echar de menos el frío...

Mister Lombreeze dijo...

Ya sufrimos bastante con este señor cuando se ponde delante de la cámara.
Un coñazo de película que no pude terminar de ver. Y eso que yo también era joven entonces...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!