lunes, 1 de junio de 2009

Don Juan en chándal

Jim Jarmusch llevaba seis años sin asomar su singular talento (COFFEE & CIGARETTES es un extraño experimento), justo desde la minusvalorada GHOST DOG, cuando decidió aportar su granito de arena a esa especie de "estudio sobre un rostro" en el que se ha convertido la carrera de Bill Murray. Esto algunas veces resulta exasperante cuando se pretende dotar de trascendencia, es el caso de LOST IN TRANSLATION, pero se torna eficaz cuando hay una situación perfectamente reconocible al principio y que da pie a un posterior desarrollo más o menos sorpresivo y que extrae su propio interés de la adecuada concatenación de dichas situaciones. Es éste el caso de BROKEN FLOWERS, casi un punto y aparte en el devenir de Jarmusch, la constatación de que sólo partiendo de una (auto)crítica se pueden asaltar nuevas propuestas tras una carrera de casi treinta años. BROKEN FLOWERS es simple en su argumentación inicial pero terriblemente compleja, complejamente terrible, cuando logra que nos identifiquemos con un personaje que no es ni bueno ni malo, sino como cualquier otro, un tipo que eligió la falta de compromiso y que un par de pasos antes de la vejez paga las consecuencias. La idea de partida es tan fascinante como desoladora: Murray, abandonado por su última amante, recibe una misteriosa carta en la que se le informa de la existencia de un hijo ya adolescente. En mitad de un pseudodepresión, el antiguo conquistador, convertido ya en un cincuentón embutido en chándal, decide ir a visitar a sus antiguas conquistas. Todo es antiguo, todo es nuevo, la sorpresa de no saber cómo reaccionarán, la familiaridad recuperada casi artificialmente. Todos estos elementos, aparentemente banales, como piadoso retrato de madurez, sirven perfectamente a Jarmusch para reinventarse a sí mismo y dejar constancia de que hace mucho que dejó de ser "un raro" para convertirse en un contundente autor, uno de los pocos ejemplos de verdadera autoría en la tierra de los asalariados.
Saludos florecientes.

3 comentarios:

Dr. Quatermass dijo...

Me encantó Broken Flowers, consiguió emocionarme por momentos. Y a mi me gusta Murray en este tipo de papeles, reconozco que crea personajes parecidos, pero son eficaces.

Saludos!

dvd dijo...

A mí me gusta Murray cuando está bien dirigido y su pasividad está acorde con lo que se cuenta. En LOST IN TRANSLATION (cinta que odio), por ejemplo, me exaspera porque el tipo, que es un privilegiado, dice que lo pasa mal ¿y a quién le importa? La culpa, sin embargo, se la echo toda a la Coppola, que quiere ser directora de cine.

Kinezoe dijo...

Pues yo veo muchas similitudes entre ésta y Lost in Translation, qué queréis que os diga... Para mí son ambas por el estilo (quizá un poco mejor la de Jarmusch, pero poco). Y Bill Murray, como viene siendo habitual en él, el vivo retrato de la desgana personificada. Parece ser actor de una sola cara. Y no es que me caiga mal este hombre, pero hay que reconocer que se está haciendo un poco cansino...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!