Estoy seguro de que alguno de ustedes la habrá visto. No sé exactamente a qué nivel, pero lo cierto es que MAN FROM EARTH supuso una pequeña revolución en cuanto al concepto de Made in Hollywood imperante. Primero porque recupera un saludable gusto por la puesta en escena teatral, dando cancha a los actores para que sean ellos quienes expliquen y no un montón de efectos de saldo. Y añadiré que si hubiera caído en manos de James Cameron, por ejemplo, ni me dignaría a comentarla.
MAN FROM EARTH es una excelente historia de ciencia ficción sin efectos especiales y con el único escenario de una cabaña, en la que un profesor que ha ejercido durante diez años en un pueblo reúne a sus colegas para despedirse. Entonces, en un arrebato de sinceridad, o no se sabe, este hombre inicia una especie de juego de hipótesis en el que deja caer, nada menos, que lleva 14.000 años vivo, desde la edad de piedra, vamos. Todo el mundo se queda perplejo, claro, pero van entrando en el juego y cuestionan, rebaten, entretejen, hasta que poco a poco van intuyendo que quizá ese hombre que llegó hace diez años y que se marchaba de repente podría estar diciendo la verdad. Y éste es el fascinante argumento que sustenta durante hora y media un loable intento de hacer cine de entretenimiento inteligente, sin fuegos de artificio ni estrellas eclipsantes. Se podría haber hecho mejor, por supuesto; los actores son algo irregulares y a veces te da la sensación de que falta naturalidad, pero la verdad es que se echan de menos este tipo de propuestas, más cercanas a aquellos lejanos seriales como TWILIGHT ZONE o ALFRED HITCHCOCK PRESENTS, capaces en su humildad de salida de poner en cuestión toda una cultura del derroche.
Muy recomendable para una tarde lluviosa y aburrida, sí señor.
Saludos desde la tierra... o eso creo.
2 comentarios:
La desconocía; tomo nota pues. Me parece una idea bastante interesante...
La idea te mantiene pegado hasta el final, aunque a muchos les chirriará su evidente apariencia televisiva.
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