lunes, 2 de marzo de 2009

Más de/que una oportunidad desaprovechada

Está muy claro que THE READER debía haber ganado el oscar a la mejor película por una sencilla razón: era la mejor de las cinco. Intentemos dar una explicación a esto y a por qué no ganó.
THE READER es una intensa historia de amor carnal y (sobre todo) correspondencias satisfechas. El problema es que estas buenas intenciones carecen del fondo psicológico suficiente para que realmente nos creamos cómo una ex-guardiana nazi da tórridas lecciones de sexo a cambio de unas lecturas demasiado enfáticas.
Otro punto a favor es la desesperada apuesta por la literatura y la lectura de Stephen Daldry; algo que en estos miserables tiempos se agradece un montón. Sigamos sumando: Kate Winslet llena la pantalla. Su sola presencia justifica por sí misma una adaptación literaria que a Daldry no le sale tan redonda como en THE HOURS, aunque mantiene el interés con ese estilo suyo tan reconocible de "espera, te lo digo en la siguiente escena". Restemos: el resto de los actores no llega a la altura de Winslet y se nota una barbaridad; se abre una zanja insalvable entre ella y los demás que lastra el resultado final, como si asistiéramos a una película que contiene un telefilm dentro.
Negativo: Estuve toda la película intentando discernir la malísima partitura de Philip Glass... ¡Ah! Que no es suya... pues lo parecía; una copia barata de lo que el de Baltimore hizo en THE HOURS. Prosigamos.
Film en dos partes, por tanto atractivo si está bien enlazado o coñazo insufrible si a la hora y media nos hemos perdido. La primera parte, engrosada por los encuentros sexuales, es de gran emoción y permite descubrir que el texto original está trufado de capas sutiles pero decisivas para la posterior resolución. El problema es que la resolución no aprovecha ni a Ralph Fiennes, muy blandito, ni a una Kate Winslet hipermaquillada que, pese a resultar bastante creíble, no logra la misma desazón de la primera hora, donde un solo parpadeo atemoriza por su veracidad.
Mal aprovechado Fiennes (a Daldry se le dan mejor las mujeres que los hombres) e incomprensible, metido con calzador, el personaje de Bruno Ganz, que tampoco es que aporte mucho a la historia.
Lo mejor: Winslet. Lo peor: muchas cosas chirrían, pero un trabajo tan minucioso merecía, cuando menos, un final menos trillado. Con todo, y teniendo en cuenta que me pienso despachar a gusto con la que ganó, creo que la academia de Hollywood ha vuelto a meter la pata, no con el soberbio trabajo de Winslet, sino con el máximo galardón. Entre las otras cuatro no había ninguna que lo mereciese.
Saludos leídos.

3 comentarios:

Peggy dijo...

Bueno , intensa pelicula pero que no profundiza en la psicologia del personajes centrales , a veces parece poco creible ...a su favor la labor de la Winslet, es verdad llena pantalla y la atmosfera oscura de sentimientos del protagonista .....

marguis dijo...

Es demasiado ambigua moralmente para la academia de Hollywood... y no lo digo por el holocausto judío, mas bien por lo de que una de 30 se enrolle con uno de 15... para ellos eso son palabras mayores...

Kate Winslet cada día me gusta mas... se crece en cada papel... y de todos los oscar concedidos es el mejor merecido (seguido de cerca por el de Wall-E que se merecía estar entre las cinco, sustituyendo a Frost/Nixon que si que tiene intriga pero que no es para tanto)

Yo estoy entre las que opinan que Slumdog Millionaire es una buena película... aunque en su día también me gustó Titanic, y la ves ahora y te entran unas nauseas que no veas...
El tiempo lo pone todo en su sitio... ya veremos dentro de unos años...

Un saludo!!!

atikus dijo...

Ella esta impresionante, pero no creo que la pelicula sea la mejor...bueno, no se , es posible que Slumdog Millionaire sea mejor en general, a mi la idea de que ella trabajara como coordinadora en las SS, deberían haber creado otra historia, o contado esa de otra forma...o será el abogado

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!