sábado, 28 de marzo de 2020
El desierto sin fin
Haríamos bien en ser justos con una película como INTEMPERIE, el poderoso regreso al cine de Benito Zambrano. Adaptando la estupenda y "cormaquiana" novela del escritor pacense Jesús Carrasco, lo que Zambrano propone es, ni más ni menos, un gozoso regodeo por los terrenos del western; y esto, para los que somos amantes de este género, es una gran noticia. Sí, es una película de posguerra, pero al mismo tiempo no lo es, porque Zambrano (al igual que la novela) prefiere zambullirse en los códigos del género, en perpetua carta de amor a Ford, Hawks o Walsh, pero también a Boetticher, Leone o, muy especialmente, a Peckinpah. En el estilo, seco y austero, de este último está el valor de este film, de escasos precedentes en nuestro país. Tendemos a alabar lo de fuera, aunque no es menos cierto que hay poca costumbre de enfrentarnos a propuestas similares, ejercicios de estilo tan marcados y conscientes de qué camino han de transitar. Defectos tiene muchos, incluso excesos, pero no tendría tanto encanto sin ellos... Por fin un tiroteo bien filmado, por dios...
Saludos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Esta semana cae que le tengo unas ganas...
Género puro. Ni más ni menos...
Publicar un comentario