domingo, 3 de junio de 2018

Rincón del freak #315: Transilvania en Hokkaido... Todo es posible en la Toho



No pasa desapercibida la fascinación que el género vampiresco despierta en la sociedad nipona, en principio alejada de la figura clásica de un Drácula de reminiscencias góticas, con toda la parafernalia que ello conlleva. Sin embargo, la mitología japonesa encierra todo tipo de coincidencias y referentes que vienen a emparentar a los monstruos y fantasmas de ambos extremos el mundo. Aun así, resulta retorcido inmiscuirse en la zetísima serie que la Toho se sacó de la manga a mediados de los setenta, con clara inspiración hammeriana y poca o nula orginalidad a la hora de elaborar unos guiones que abusan del efectismo barato y la banalidad argumental. Uno de los artesanos en nómina era el inefable Michio Yamamoto, artífice de un puñado de títulos casi idénticos, pero del que cabría destacar una casposa e inenarrable peliculilla que atendía al sugerente encabezado de NOROI NO YAKATA: CHI O SÛ ME (aquí, EL LAGO DE DRÁCULA). Una grotesca interpretación por la puñetera jeta de cómo podría ser un sitio costero japonés (lo del lago no lo entiendo, porque no hay ninguno), si adentrándose un poquito en la maleza apareciera un castillito neblinoso, un señor de cara cetrina y un conde chupasangres con la cara del conductor de Humor Amarillo. Si quieren les cuento que todo gira en torno a una niña que se topa con este Drácula oriental cuando intenta encontrar a su perro perdido; un par de décadas después, la niña es una japonesita muy mona y el perro ha pasado de pekinés a pastor alemán (???), y de nuevo el melifluo recuerdo de tan escabroso encuentro la asalta, mientras los lugareños decargan ataúdes y los médicos intentan explicar la desaparición de algunos cadáveres. Sí, es tan mala como parece, pero lo que yo hubiera dado por poder haber asistido a uno de estos rodajes, porque seguro que eran la pera y algún actor iba de sake hata las manillas...
Ustedes mismos si se arriesgan a verla.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!