viernes, 8 de junio de 2018

El mal



Así, sin medias tintas. El mal, o la posibilidad de poder explicarlo en imágenes. Se trata del mal puro, aquel al que no podemos otorgar una explicación racional, si acaso sólo exponerlo como es e intentar sacar conclusiones veraces. La película es una producción holandesa que cumple exactamente treinta años, y que curiosamente el tiempo no la ha ensalzado como merecería, y ni siquiera ayudó el remake que su propio director realizó cinco años después en Estados Unidos. SPOORLOOS (algo así como LA DESAPARICIÓN) es una película sumamente especial y magistral no tanto por lo que cuenta, sino más bien por la manera en que está contada; y podría parecer tramposa, que omite detalles cruciales durante el metraje, pero al final, y sólo al final (y qué final), descubriremos que era absolutamente necesario distribuir la narración entre flashbacks, tiempos muertos, diálogos que no aportan nada y, más que nada, el constante intercambio de los puntos de vista. Trata sobre una joven pareja holandesa que pasa unas vacaciones en Francia, y la misteriosa desaparición de ella en una gasolinera, atestada de gente y a plena luz del día. La desaparición obsesiona al protagonista de manera que sigue distribuyendo carteles incansablemente, sin obtener la más mínima pista, hasta que un día, sin previo aviso, un hombre se presenta ante él diciéndole que es quien busca, y que debe seguirle si quiere saber la verdad. Lo genial es que en ningún momento se nos ha escamoteado la identidad de este sujeto, al que el espectador conoce desde mucho antes, y es presentado como un padre de familia normal, tímido, meticuloso, pero con algún horrible secreto oculto tras su apacible apariencia. El film, escindido en varias partes, es un mecanismo de relojería perfectamene ensamblado y que mantiene una tensión creciente, simplemente insoportable en su tramo final. Es, para quien no la haya visto, una joya a descubrir, una película tan inteligente como cruel, y, desde luego, la descorazonadora certeza de que el mal puro existe y no sabríamos verlo aunque lo tuviéramos delante de nuestras narices.
Impresionante.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Magistral

dvd dijo...

Uno se explica de dónde sale gran parte de las constantes del cine de Fincher viendo esta maravilla. Sí, magistral...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!