miércoles, 20 de junio de 2018
El color de la forma #12
El último largometraje filmado por Sergei Parajanov, junto a su inseparable Dodo Abashidze, fue ASHIK-KERIB, otra fábula maravillosa que mezclaba con sensibilidad incomparable, folklore, comedia, mitología, fantasía, romanticismo y un torrente de poesía visual. Narra la historia del joven del título, que, junto a su hermana y su madre, va a pedir la mano de su joven amada, pero que encuentra una negativa rotunda del codicioso padre, ya que Ashik-Kerib no es más que un pobre bardo sin fortuna. Sin embargo, logra convencer al padre de que logrará hacer fortuna como juglar por todo el país, y que no acceda a un matrimonio de conveniencia con un hombre rico pero cruel. Siguiendo la parafernalia visual empleada en su anterior trabajo, Parajanov redondea una historia tan fascinante en lo visual como cercana en su inocente historia de amor, que además sirve para asistir a un incesante festival de rituales, a cual más elaborado. El último trabajo de un grandioso cineasta, poco conocido en nuestro país, pero cuya leyenda ha ido en aumento a medida que su obra ha sido proyectada en festivales de medio mundo, creando la merecida fama de genuino autor de culto. Sirva como detalle aclaratorio del talante de este hombre, la emotiva dedicatoria que reza en su final a su amado y declarado como maestro, Andrei Tarkovski, que fallecía poco tiempo antes.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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