martes, 31 de diciembre de 2013

Robert Siodmak: Tiempo y esfuerzo #13



Es curiosa la coincidencia que se ha dado con la reciente muerte de Joan Fontaine y el título que hoy nos ocupa, puesto que el argumento de THE DARK MIRROR no puede ser más fascinante y significativo. Y es que el intrincado guion de Nunnally Johnson nos acercaba a un terrible crimen y la imposibilidad de descubrir al asesino... aunque se sepa quién es. Esto es así desde el momento en que el inspector encargado del caso (Thomas Mitchell) asiste perplejo a que la sospechosa tiene una hermana gemela completamente idéntica; a partir de ahí, comenzará un interesante juego psicológico en el que tomará el protagonismo un psicólogo (Lew Ayres) que tratará de llegar a la verdadera identidad de ambas hermanas, sabiendo que una cometió el crimen y la otra es incapaz de delatarla aunque la repudie. Además del encomiable pulso de Siodmak para mantener la tensión en un film básicamente apoyado en sus fantásticos textos, es necesario destacar la impresionante interpretación de una Olivia de Havilland con una variedad de registros y un dominio de los matices espléndidos. Su(s) personaje(s) son puro regocijo para cualquier paladar exquisito y para todos esos cinéfilos que gozan cuando una actriz, como es el caso, e incluso en la misma película (y eso ya es complicado), logra convencernos de que puede ser más de una persona. Así las cosas, no veo necesario extenderme sobre mis preferencias acerca de ambas hermanas... ¿no es cierto?
Saludos... y no se me atraganten, que no merece la pena.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!