sábado, 21 de diciembre de 2013
Cine en crisis #7
El tiempo pondrá a Paul McCartney en el sitio correspondiente, que no es otro que el de verdadero líder, ideólogo y, por tanto, aniquilador de The Beatles. A mí no me cabe duda, así como tampoco tengo dudas sobre la incapacidad de McCartney para emanar la frescura que a Lennon parecía salirle casi sin querer ¿Pero quién necesita candidez cuando podemos dominar el negocio? Algo así debió estar pensando nuestro protagonista cuando decidió, hace ahora treinta años, refundar el concepto de videoclip (cuando éste no hacía más que dar sus primeros pasos) y traspasarlo a la ficción cinematográfica. Así dicho, sin ahondar un poco más, bien podría parecer que GIVE MY REGARDS TO BROAD STREET intentaría pasar la imaginería que Richard Lester invocó a mayor gloria del cuarteto de Liverpool por una estética ochentera que contiene sus peligros. Sin embargo, este ininteligible artefacto, de narración cogida con alfileres, tiene su miga; y si no, atentos: McCartney es él mismo, una estrella agobiada por la popularidad y que sólo encuentra consuelo en los estudios de grabación (casi improvisados) en los que va componiendo las canciones de su nuevo álbum. Resulta que alguien ha robado el material del mismo justo antes de que se pudiese publicar, así que se inicia una búsqueda por toda la ciudad, lo que nos permitirá asistir a esa idiosincrasia propia del músico "encausado", y que terminará confluyendo en la calle del título, cuyo significado queda explicado casi sin querer.
De acuerdo, pongamos que hablo de entretenimiento sin más, pero el cierre del film, con un McCartney imaginando su "pobre" futuro, pidiendo limosna en una boca de metro con su guitarra y cantando aquello de "Yo era un tipo con ideas... pero me las robaron... Y aquí estoooooy...", además de adelantarse tres décadas a la crisis de la industria musical, revela una faceta poco menos que inquietante. Porque, dejémonos de hostias: Paul McCartney era/es/será un genio en lo musical, pero esta película es un horror de aburrida y pretenciosa. Menos mal que, como buen hombre de negocios, escarmentó y no ha vuelto a intentarlo...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
4 comentarios:
Coincido. De crío veía los anuncios de esta película en "El País" y pensaba que me gustaría verla. En su día escuché mucho la banda sonora (no deja de ser un refrito muy muy parecido de muchas canciones FAB), pero para cuando vi la película. Jo, qué mala-mala- es... y podría añadir otro mala todavía. Creo que su director dijo que fue la peor experiencia de su vida por la interferencia de Paul diciendo cómo había que hacer la película. Ay! Es que es lo que tú dices...Un genio en lo musical, pero eso no salva la película... De hecho, después de ver la peli, apenas volvi a poner la banda sonora en los años que siguieron (jaja)
El caso es que la banda sonora no está nada mal. A mí la canción del título me encanta...
Y a mí... pero mi opinión no vale... como dice mi mujer, verme en el concierto en primera fila (gira "off the ground") gritando "pooooooooool, poooooooool, aquíiii, aquíiiiiiii" comno si fuera una quinceañera no es uno de mis mejores momentos (jaja)
Aún así, tengo la suficiente "objetividad" para reconocer que la peli no es nada buena.
Y como disco de Paul... jopé, si quitando el tema al que aludes todos son remakes casi calcados de muchos temas clásicos (y no nos engañemos; Paul es un genio, vale, pero unido a los otros cuatro (incluyo a George Martin) es más genio todavía).
Yo daría dinero por verle a usted perdiendo los papeles d'esa manera...
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