viernes, 24 de mayo de 2013
El experimento por el experimento por el experimento...
Algún día alguien hará un sesudo estudio sobre qué impulsó a miles de descerebrados a emitir todo un tratado escrito sobre el cine que cada uno de ellos ha visto a lo largo de toda su vida; porque al igual que un banco de peces, la blogosfera (vertiente cinéfila) está formada por una miríada de sujetos individuales que, por una misteriosa razón aún no descubierta, conforman la deriva más coherente e interesante de lo que antaño se conocía como "crítica de cine" y ahora es expresión liberada pura y dura. En estas me encontraba yo poco antes de empezar las vacaciones el año pasado en mi calurosa y desolada ciudad cuando me disponía a "pensar" (cosa que hago cuando todo lo demás ha fallado) sobre un estupendo film de Alain Resnais que acababa de ver y que a su diabólico entramado de vidas cruzadas (la parte racional), sumaba un despiadado motivo surreal que el listo de Lynch copió repugnantemente para su repugnante INLAND EMPIRE. Sí, me refiero a las ratas de apariencia humana. Lo que Resnais ya vislumbró en 1980 en MON ONCLE D'AMÉRIQUE era la descorporeización del hombre común hasta reducirlo a un monigote eternamente vagando por un laberinto, con la única opción de avanzar hacia una dirección y con ese "queso" de diferentes formas esperándole en una meta que, una vez alcanzada, no es más que eso: el final. Así que ¿por qué no iba yo a incluir un ensayo directo sobre ello? ¿no es eso para lo que debe servir un blog sobre cine, o acaso seguiremos "eternamente" publicando listas del uno al diez, estrellitas de una a diez, puntuaciones como las que nos imponían en nuestro represivo sistema educativo? Nunca había escrito absolutamente nada en FilmAffinity, una base de datos fabulosa pero yerma en cuanto a interés crítico, tan completa en lo impersonal como infantil en el filtro que descaradamente impone a quienes allí "escriben". No lo pensé dos veces, porque esta película me parecía el mejor ejemplo para hacer un experimento, que era aludir directamente al único señor que se había dignado a poner unas líneas y al que el film de Resnais le parecía una bazofia pedante y aburrida. Él tiene derecho a decirlo, pero yo tengo derecho a no estar de acuerdo; sin embargo, FilmAffinity opina que no, que alguien que no ha hecho una película en su vida puede insultar a un director que lleva unos sesenta años acudiendo a Cannes, pero que NADIE puede aludir directamente a alguien que escribe esa sarta de sandeces. Era lo que esperaba, por supuesto, y mi breve comentario aún sigue en un curioso limbo a la espera de que yo lo modifique, cosa que no haré; sin embargo, invito a quienes se pasen por este blog que vayan a FilmAffinity y busquen esta película, no verán mi comentario (si quieren lo reproduzco aquí, pero tampoco es nada del otro Jueves) pero sí el genial contra-contra-comentario que un tal Mr. Lombreeze (Il mio fratello digitale) colocó en la página de marras, lo que demuestra dos cosas muy importantes: que actualmente uno puede escribir lo que quiera aunque no lo piense mientras no ofenda a un imbécil y que lo que hace único a un blog es su capacidad de reinvención absolutamente incontrolable e impredecible. Por cierto, vean la peli que es maravillosa.
Saludos, ratitas...
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
7 comentarios:
No me he leído tu reseña. Igual lo hago luego (jaja).
Pero la peli me gustó cuando la vi...y jo! de aquí debieron beber Kaufman y compañía, ¿no?
Venga, voy a leer tu entrada.
Ala...¿me vais a hacer ir a FilmAffinity?
Con lo que me gustan estos chascarrillos...igual me paso luego, pero ahora no tengo ganas.
Pasa buen domingo.
Bueno... pues ya he ido. Si solo hay dos críticas, la de Mr y la del otro (jaja)... mmm...vi la peli hace unos añitos...tendría que revisarla para poder decir qué cosas me gustaron. Esta empezaba con los ladrillos de una pared, ¿no?
¿Bazofia pedante y aburrida? Sí, claro, para quién aún esté instalado en la ya muy superada tesis freudiana psicoanlítica-manu-turbare-infantil: Onanismo preneurociéntífico.
Es un ensayo cinematográfico en donde se imbrincan a la perfección la divulgación neuro-científica y la narración de historias y personajes. ¿Cuál es el pretexto, la causa simulada para que sea una cosa u otra las gigantes ratas blancas de Laborit? Ninguna. ES esa globalidad a modo de tejas superpuestas.
Saludos.
Yo no la he visto (ni pienso) pero os digo una cosa: en una pelea entre caimanitas yo defenderé siempre a mis colegas; con razón o sin ella.
Así somos los gusanos.
Joder, estoy releyendo mi comentario en filmaffinity y me quedó de puta madre. Si llego a ver la película, lo bordo.
JAJAJAJA
Se va el Caimán... se va el Caimán...
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