miércoles, 8 de mayo de 2013
Postrado de hinojos
Digámoslo ya, si no puede que esta aseveración quede obsoleta inmediatamente. Si convenimos que Brillante Mendoza es el género, Lav Diaz (el poder de) la narración y Khavn de la Cruz la fiereza hecha imagen, entonces Raya Martin es el diletantismo, el arte por el arte o casi. Casi porque el más terrible de los novísimos cineastas filipinos suele escudar sus atosigantes mamotretos tras cualquier excusa que, como poco, nos consiga un par de minutos pensando sobre si en realidad nos están tomando el pelo. Por ejemplo, en A SHORT FILM ABOUT THE INDIO NACIONAL (OR THE PROLONGED SORROW OF THE FILIPINOS), lo que Martin necesita para introducir una desolada sucesión de imágenes fijas, en blanco y negro y sin sonido, es ni más ni menos que un cuento aterrador y tristísimo, lo único que se le ocurre a un pobre hombre para hacer dormir a su santa esposa... Es muy rara esta película, primero porque parecen varias películas ensambladas sin un motivo claro; una bizarra fusión de diferentes formas de transitar una pantalla, con algunos momentos de extraña belleza (la lucha a machete, el final en el que un grupo de niños mira al cielo con rostro desencajado...), pero es imposible no recelar al leer la sinopsis, algo así como: "Filipinas, los filipinos, están hartos de la esclavitud de siglos, así que su mayor reto consiste en la creación de su propia Historia, escindida de la oficialista y en constante búsqueda de la comunión entre los ancestros y un porvenir a sangre y fuego...". Bien, muy bien, pero no creo que Raya Martin sea capaz de mostrar esto, ni aunque sus cortos duren 100 minutos...
Un saludillo.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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