sábado, 5 de noviembre de 2011
Para lo que hemos quedado
¿Se acuerdan de Christian Slater? Sí, hombre, aquel jovencísimo actor que apuntaba alto mirando arrobado a Sean Connery en EL NOMBRE DE LA ROSA. Agua de borrajas, por supuesto. Slater ha ido desapareciendo progresivamente de una primera línea en la que podría afirmarse que nunca llegó a estar del todo; sin embargo, a mí nunca me ha parecido un actor tan malo, los hay peores con más oportunidades que él. Hace poco vi una película de esas de clara tendencia segundofilista que atendía al sugerente nombre de HE WAS A QUIET MAN... ¿que qué? Bueno, al principio malos augurios. Una producción escasa, secundarios rutinarios, algún que otro efecto de saldo... Todo muy previsible, y todo con la omnipresente interpretación de un Christian Slater casi irreconocible; gordo, calvo, con bigote, gafas y un vestuario terrorífico. Sin embargo, ése es el personaje que debe interpretar, un tipo apocado y hundido en la miseria del que todo el mundo se mofa en la oficina y que sólo parece tener dos cosas en mente: cargarse a sus compañeros y quedarse con la chica mona. Increíblemente, un inesperado giro logra ambas cosas, pero lo que comienza siendo un sueño caído del cielo irá progresivamente tomando el cariz de una comedia negra, negrísima hasta la tragedia. Ahí la verdad es que el film gana enteros, pues no se conforma con dejar flotando apaciblemente la trama, sino que la retuerce varias veces hasta dejarla irreconocible e introduciendo a un secundario de lujo, William H. Macy, que tantas veces ha interpretado este tipo de personajes. No es que sea una maravilla, ni mucho menos, pero a veces es reconfortante comprobar de qué forma el cruel star-system fagocita a sus peluches sólo para devolverlos (en contadas ocasiones, claro) en verdaderos actores fuera de los estereotipos que fueron su tumba profesional.
Saludos parsimoniosos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario