jueves, 6 de octubre de 2011
Joyas escondidas
Los países ya no son lo que eran. Ni siquiera la actual República Checa es la antigua Checoslovaquia. Ni su cine, en el que apenas hay asomo de aquella poesía surrealista de hace cuarentaytantos años, sustituida por un amargo trasfondo realista que todo lo engulle con una sombra de desesperanza muy oscura. No son muchos los títulos relevantes que cada año nos llegan desde este país, y ni siquiera cobran relevancia los que han pasado triunfantemente por algún festival, lo que habla mal de las distribuidoras españolas y de los críticos obcecados (y asalariados) que a diario sufrimos por estos lugares. La que traigo hoy aquí, por ejemplo, fue nada menos que Concha de Oro en su momento, y puede que una de las más merecidas de los últimos años. Štěstí (ALGO PARECIDO A LA FELICIDAD) empieza titubeante, con esa pléyade de personajes inubicables que hacen cosas raras que aspiran a no ser raras. Lo que quiero decir es ese intento por mostrar personas que se resisten a ser alienadas y que son las más complicadas de plasmar en imágenes ficcionales sin caer en una especie de complacencia que consigue poner a salvo hasta los planteamientos más descabellados. Aquí es donde la ópera prima del joven director Bohdan Sláma sale triunfante: empieza por lo más complicado y solventa con maestría los escollos que su propio guión le va planteando, fundamentalmente en la construcción de personajes. Todo gira en torno de Tonik, atípico antiprotagonista, que se debate entre dos personalidades totalmente contrapuestas: la abnegada Monika, que sueña ilusamente con marcharse a América con su novio, y Dasha, que tiene dos hijos a los que es incapaz de cuidar debido a sus problemas psicológicos. Dasha será finalmente recluida en un sanatorio y Tonik se hará cargo de los dos niños con la inesperada ayuda de una desengañada Monika; todos vivirán esa aproximación a la felicidad en una vieja granja, propiedad de la huraña tía de Tonik. Ahora bien, no esperen estallidos de jolgorio bohemio en plan Kusturica, nada de eso. ALGO PARECIDO A LA FELICIDAD es un film durísimo, incluso un poco sádico, que recoloca constantemente a sus personajes al borde de sus anhelos sólo para arrebatárselo en el último instante. Si tienen la oportunidad de verla no se arrepentirán, es una de esas joyas escondidas que desgraciadamente no suelen tener una distribución acorde con su calidad.
Algo parecido a un saludo.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
La pongo en pendientes ya (a ver si la puedo localizar con cierta facilidad).
Un saludo y buena reseña :)
Yo la vi en Filmin; en cines pasó desapercibida, como siempre pasa...
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