domingo, 12 de junio de 2011

Alumnos y maestros #7: "Dar sera, pulir sera"


Hombre, yo creo que no podía terminar este serial sin un símbolo que haya perdurado en nuestra memoria colectiva de una manera realmente poderosa; lo llamamos bombazo comercial, y suele tener poca trascendencia en cuanto a la cosa esa del arte, pero le da gustillo al personal y entretiene en épocas tan calurosas como la que ahora comienza. El fotograma de arriba no lo pondría Crowley jamás de los jamases en su concurso, es un instante tan sobado de la historia del cine que me juego un dedo a que lo conoce hasta nuestro abuelo el del pueblo. Sí, evidentemente se trata del mítico combate final de THE KARATE KID, donde más que la técnica de la grulla o la cara de Milikito de Ralph Macchio, lo que molaba de verdad era ver al joven Larusso estafado literalmente por el genial señor Miyagi; le pintaba la valla, le pulía el coche y hasta le espantaba las moscas con unos palillos... Brutal. El señor Miyagi era un antiguo combatiente japonés con morriña por su tierra y por su esposa con afición por los bonsáis y que además sabía Kárate, esa cosa que antes de los setenta no le interesaba a nadie y que en los ochenta ya hizo un daño irreparable a nuestro concepto de estética. No hay más que echar un vistazo a los malos de la peli, "Los Cobras" me parece que se llamaban, que iban todo el día con kimonos y cintas en la cabeza y lesionando incluso a los de su escuela bajo la atenta mirada de su adiestrador, que parecía un marine salido de RAMBO... También descubrimos a la tiernecita Elisabeth Shue antes de meterse a meretriz en Las Vegas; por no hablar de la técnica sanadora "Reflex frota-frota", que consistía en calentarse las manos hasta la temperatura de un carbón incandescente y colocarlo sobre el miembro lesionado... (supongo que Mourinho tomaría nota de esto). Convertida en mito de nuestra atormentada adolescencia, porque a nosotros también nos tocaban los cojones los macarras, THE KARATE KID arrasó en taquilla y luego en los videoclubs y dvdstores; actualmente la gente prefiere al capullo de Will Smith pero Daniel Larusso siempre tendrá un lugar en nuestros corazoncitos... Snifffff...
Sayonara...

4 comentarios:

David dijo...

Ay! Si los fotogramas de Crowley fueran del pelo de este...
Jo! Yo tengo un magnífico recuerdo de esta. En su día no la vi en el cine (la vieron todos los amigos y compañeros de generación, pero yo me la perdí). La vi unos años después y me gustó mucho. Y la revisé hace unos años con mis hijos y mujer y nos gustó a todos.
La mejor de Avildsen de las que he visto después de Rocky. Tiene una que empieza de puta madre y tiene una relación alumno-maestro fantástica cuando el personaje es niño, pero que pierde gracia a medida que cree. El poder de uno, o La fuerza de uno, no me acuerdo. Da igual.
Y tiene otra con Morgan Freeman que está bien, pero es... eeeeeeeeh... una pasada. Una auténtica "fascistada" basada en un director real de instituto rebelde que viene a poner orden. Todavía recuerdo la crítica de Ebert...Más o menos: Morgan decide que se va a pintar el instituto como es debido, se quitan graffittis, se llega a la hora, todo el mundo se aprende el himno del insti...bien... Morgan despide a una profesora porque habla cuando él ha pedido silencio... Esto no está tan bien.
Si tiene un buen guión, el tipo es eficaz, supongo.
Y bueno, en mi corazón no tanto Larusso, tal vez Morita, que le roba la peli... y por supuesto, Elizabeth Shue (ay! a la super canguro de Aventuras en la gran ciudad el Larusso le iba a durar... nada)
Un saludito.

David dijo...

La fuerza de uno en castellano. La parte que me gustó es cuando el personaje es niño... en cuanto crece y sale la "chica", entra en un rollo melodramático que no me va nada. Es fallida, pero se deja ver... Lo que pasa es que me quedé con la sensación de que podía haber sido realmente buena y... pues no.

Crowley dijo...

Eso os gustaría a vosotros, jejeje, que todo fuese tan fácil. Vamos, que pongo este fotograma y record de respuestas fijo, jeje.
Como siempre, un texto perfecto.
Un saludo.

Möbius el Crononauta dijo...

Dal sela, pulil sela. Es todo lo que necesitamos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!