miércoles, 9 de octubre de 2019
Derribando mitos desde el principio
En plena fiebre y efervescencia del mito de James Bond, Claude Chabrol tuvo los arrestos (y la visión, por qué no decirlo) de realizar su particular versión del celebérrimo agente secreto, aunque sin guardarse su habitual vitriolo. LE TIGRE AIME LA CHAIR FRAÎCHE tenía todos los componentes de la saga Bond, aunque aún distaba mucho de convertirse en saga: los malos arquetípicos, las chicas explosivas, los artefactos estrambóticos, las conspiraciones multinacionales y un agente secreto, cómo no. Sin embargo, Chabrol lo extralimita todo hasta el límite de la parodia, aunque a veces parezca un homenaje. Es un Bond de bolsillo, sin pretensiones, pero con constantes guiños que el buen aficionado identificará de inmediato, como la elección de la bellísima Daniela Bianchi, que actuó en DESDE RUSIA CON AMOR, que a la vez es la novela que un personaje decide comprar en el aeropuerto... Divertimento pulp o crítica soterrada a la eternización que aún estaba por venir, sea como fuere, y aunque EL TIGRE... sea hoy día considerada una obra de culto cultísimo, lo que dejaba a las claras es que su director era capaz de atreverse prácticamente con cualquier cosa.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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