martes, 13 de agosto de 2019
La clase de Lubitsch #27
TROUBLE IN PARADISE, de 1932, era otra de esas comedias aparentemente inocuas, mediante las que Lubitsch se servía para poner en solfa todo un sistema de clases y valores sin perder la compostura. En esta ocasión la historia comienza en Venecia, donde una pareja de ladrones profesionales se conocen haciéndose pasar ambos por aristócratas, que es la técnica que usan ambos para desplumar incautos forrados; su habilidad mutua les lleva a la admiración y, claro, a enamorarse, mientras, entre beso y beso, sustraen carteras y joyas sin ser advertidos. Sin embargo, todo cambia entre ellos cuando él roba un valioso bolso de diamantes, pero se arrepiente al conocer a su dueña, una joven millonaria, de la que queda prendado, por lo que decide devolverlo y hacerse pasar por un experto en joyas, por lo que queda inmediatamente contratado como secretario. La gracia del guion está en cómo los ladrones terminan siendo más íntegros que los magnates a quienes roban, y en ese juego de apariencias, en el que nadie es tal y como se presenta. El trío protagonista es perfecto, con Herbert Marshall y Miriam Hopkins como la pareja de ladrones y la bella Kay Francis como la "ingenua" viuda que amenaza con romper dicha pareja. Y es la sofisticación de Lubitsch lo que aparta este film de cualquier rutina convencional y eleva su calidad muy por encima de producciones similares. No es de sus títulos más grandes y recordados, pero supone un magnífico ejemplo de estudio sobre cómo se resuelven situaciones difíciles con soluciones sencillas. Y eso es de director verdaderamente grande.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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