miércoles, 10 de octubre de 2018
Las entrañas del asesino
I AM NOT A SERIAL KILLER también se presentó en Sitges hace un par de años, recibiendo un aplauso bastante unánime y descubriendo al irlandés Billy O'Brien como un director con cierto talento, teniendo en cuenta una trayectoria apenas salvable de lo mediocre. O'Brien adapta la novela de Dan Wells intentando captar el ambiente frío y malsano de la pequeña ciudad en la que se suceden unos crímenes imposibles de resolver, hasta que el joven John Cleaver descubre al autor e inicia una especie de caza al cazador. El punto fuerte es la personalidad del propio Cleaver, diagnosticado como sociópata y obsesionado con la muerte, a la que tiene excepcionalmente cerca por el negocio familiar, la morgue local, regentada por su madre. La tensión creada por este juego del gato y el ratón es lo mejor del film, mientras la credibilidad (y un apabullante Christopher Lloyd) aguanta, pero una serie de decisiones incomprensibles (ese desenlace, por dios) la dejan en una cinta no tan brillante como se la supone, que se hace demasiado larga y que al final parece un remedo/refrito de otras bastante mejores, con un mayor sentido de la crueldad y del humor, lo que se echa en falta entre tanta circunspección que huele a impostada.
Curiosa, sin más.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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