viernes, 10 de noviembre de 2017
Amistades que son para siempre
Es curioso, ahora me lo parece, que siendo un ávido lector de comics (entonces lo fui) no estuviese Spiderman entre mis obligatorios. No, nunca me incliné ante la idiosincrasia del hombre araña, ni ante su sentido del humor, de la justicia, su familiaridad y cercanía, o sus muchos lugares comunes. Es por eso que tampoco me ha interesado tanto sus recientes adaptaciones cinematográficas, ni las que inició, hace unos años ya, Sam Raimi, ni las fallidas incursiones de Marc Webb. Sólo empecé a cogerle gustillo al amistoso vecino trepamuros con la acertada inclusión en el último film sobre los Vengadores. Se ve que alguien ha leído los brillantes guiones sesenteros de Stan Lee, además del estupendo pulido que les dio, una década más tarde, Gerry Conway, y aparcó convenientemente la exuberancia y presuntuosidad que introdujo Todd McFarlane a principios de los noventa, una ciénaga idearia con la que un personaje tan empático como éste corría el peligro de quedar en un segundo plano que en los comics nunca fue el suyo. Y en SPIDER-MAN: HOMECOMING, todo esto queda de manifiesto; en sus hechuras de pequeña historia con contenido, en sus ajustadas interpretaciones y en ese aroma a cómic de antaño que siempre se agradece. No es THE AVENGERS, ni falta que le hace, es un film de largo metraje que se ve de un tirón, y un magnífico ejemplo de cómo se pueden meter muchas cosas dándole su sitio adecuado a cada una. Lo mejor, aparte de la chispa de Tom Holland, el interesante y ambiguo villano compuesto por Michael Keaton, un "Buitre" que es capaz de desarmar de razón a un superhéroe y dejarnos pensando un buen rato acerca de la verdadera naturaleza de ciertos personajes que dábamos como de una sola pieza.
Entretenidísima.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
A mí me parece un Spiderman demasiado atribulado y torpón.
El villano es magnífico.
¿A que sí?...
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