miércoles, 2 de diciembre de 2015

Furcias involuntarias del sistema



Como he ido recordando abundantemente, en 2010 se hizo un remake de A NIGHTMARE ON ELM STREET. Sí, la original, la de 1984... ¿El resultado? El resultado es una película de Michael Bay, a la sazón productor y verdadero impulsor del proyecto. Es decir: una película cargada de técnica, que subraya la cantidad de recursos que es capaz de emplear para que las aventuras y desventuras de Freddy Krueger sumen un par de capaz más de barniz, en esta ocasión digital. La película es fría como un témpano, desangelada, sin una pizca de ese humor tan característico de Wes Craven, y sin embargo tampoco es todo lo salvaje y cruel que se le podría presuponer a una recreación que intenta poner seriedad en lo que había venido a devenir una autoparodia sin mucho sentido. Jackie Earle Haley está bien en un papel que le queda que ni pintado, pero su Freddy se contagia de la monotonía general y tampoco nos importa mucho ni lo que hace ni lo que le pasa. Protagoniza Rooney Mara, haciendo de jovencita con los pies en el suelo, y poco, muy poco más a destacar; empieza bien, tocando lugares comunes y confortables, apelando a nuestro subconsciente, pero termina como un slasher más, sin reclamar ninguna posición de poder.
Una lástima.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!