domingo, 20 de octubre de 2013
Rincón del freak #127: Todo es posible si se hace en Talamanca (y Navacerrada)
España, años 80. Más concretamente, hace treinta años justos. Usted entraba a un videoclub cualquiera y veía fastuosas portadas plastificadas que, en realidad, ocultaban bazofias terribles y difíciles de explicar. Pero claro, entonces todos éramos mucho más inocentes y nos la colaban desde cualquier ángulo... incluso desde el 3D ultracutre, por mucho que lo llamaran "Super-Visión" y esas cosas... No sé si recordarán un truño inenarrable que atendía al nombre de EL TESORO DE LAS CUATRO CORONAS... ¿no? Pues les pondré al tanto, están advertidos...
Pues resulta que un tipo llamado Tony Anthony (nacido Roger Pettito) fue siempre un aspirante a actor de muy segundísima fila, pero que llevaba el inconformismo en la sangre, por lo que a principios de los ochenta se reencontró con otro lumbreras, Ferdinando Baldi, con el que había rodado un infecto spaguetti western una década antes, EL JUSTICIERO CIEGO, con la idea de lanzar un "modernísimo" nuevo sistema en 3D... El resultado fue otro western malísimo, YENDO HACIA TI, y la que hoy nos ocupa, una delirante coproducción entre Italia, España y, lo que es más incomprensible, los E. E. U. U. de América del Norte... En fin, que esto es como un remedo de Indiana Jones pero en casposo, rodado entre los bellos parajes de Talamanca y Navacerrada y con un protagonista, el propio Tony Anthony, casi en la cincuentena y con graves problemas de movilidad y coordinación. Por allí estuvieron el pobre Paco Rabal, haciendo un penoso papel de payaso... ¿?... y, ojo... ¡Anita Obregón!, que por entonces se creía una actriz de culto por haber salido en un episodio de "El equipo A". La película es horrible... horrible... horrible... Hora y media de mierda absoluta en la que el protagonista es atacado por buitres, perros y hasta un pterodáctilo enano ¿?!!... y luego todos los actores se pegan cuarenta minutos colgados de una viga con mosquetones... ¡El colmo de la acción! Hay algunos momentos que son de otro planeta, como el protagonista al que le gira la cabeza varias veces y luego está como si nada, o el malo, un tipo con capucha que simple y llanamente... ¡no hace nada malo! ¡nada en absoluto! Pero el bueno, que se pega todo el metraje destrozando castillos y antigüedades, lo incinera y santas pascuas. Salen paisanos con caretas, boinas y tocando la pandereta; ¡puertas medievales con USB!; un tipo que dice que se pasó cinco años borracho y que no se sabe qué pinta colgado de una viga; o una llave del todo a cien que levita y que será... ¡Tachán!... la clave para descifrar el misterio de las Cuatro Coronas... Que, por cierto, eran sólo dos... ¿se quedarían sin presupuesto y ya tenían los carteles promocionales hechos?... Como dato para el señor Wert, esta película, o lo que sea, tuvo una asistencia sólo en España de 400.000 personas... Está todo dicho.
Una de las frikadas más grandes de la historia del mundo mundial, y ya...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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