lunes, 1 de julio de 2013

De verdad... Jean Rouch #9



Edgar Morin y Jean Rouch advierten al principio de CHRONIQUE D'UN ÉTÉ que no va a haber guion, que el cometido de la película va a ser tan simple como complejo: extraer las respuestas, sensaciones y emociones de un grupo de personas como si de una una serie de conversaciones cotidianas se tratara. Así, los dos cineastas no sólo logran una de las cumbres del Cinéma Vérité, sino que consiguen transgredir los falsos conceptos de la incipiente Nouvelle Vague a base de depurar un discurso tan despojado que casi pertenece únicamente a quienes dialogan, monologan, preguntan, responden, dudan o consiguen incluso llegar a conclusiones novedosas ¿Pero de qué va en realidad este excepcional film? Primero, yo diría de pulsar la realidad francesa de 1960; la guerra de Argelia, la precariedad laboral, la insatisfacción de los "aspirantes a bohemios", la hipocresía tras una actitud veladamente racista con los emigrantes africanos, la vacuidad de quienes viven de vender su imagen en los lugares de veraneo... Y todo comienza con una inocente (aunque difícil de responder) pregunta a los viandantes "¿Es usted feliz?" Las respuestas van desde lo indignado a lo estupefacto, y no son muchos quienes llegan siquiera a preguntarse algo que normalmente no nos preguntamos. A partir de ahí, el film se convertirá en una cadena de acontecimientos, frases, cuestionarios y, sobre todo, imágenes cuya calidad resulta sorprendente para un trabajo que hace de su inmediatez virtud. Finalmente, un breve coloquio, tan revelador como poco acomodaticio, nos da a nosotros, los nuevos espectadores, las opiniones de sus protagonistas, y pareciera como si el tiempo no fuese más que un juego...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!