martes, 25 de enero de 2011
Las apariencias engañan
Hoy, una peli que me encanta; más que nada porque ya no se hacen pelis así, al menos con la factura y el encanto de aquellas producciones (ésta de la Fox), con un carisma tan convincente como concreto. HUSH...HUSH, SWEET CHARLOTTE podría ser el reverso oscuro de UP (sí, asómbrense) tanto como la quijotada luminosa en respuesta a PSYCHO, así de extraño es. Y es que uno de tantos guiones perdidos por aquel entonces sirvió al gran Robert Aldrich para rescatar el talento interpretativo de Bette Davis, que ni mucho menos estaba perdido, antes al contrario, su creciente histrionismo le vino como anillo al dedo a esta historia de terror gótico de ambientación sureña.
Charlotte es una vieja solterona de magras propiedades y amargo recuerdo por un viejo amor que la dejó plantada y pelín trastornadilla, la pobre; la primera parte del film (muy al estilo Hitchcock) nos presenta los bosquejos por los que Aldrich nos irá abriendo una serie de puertas que no siempre han de llevar a ninguna parte. Las propiedades de Charlotte están a punto de ser expropiadas, ella las defenderá escopeta en mano y camisón mediante, pero no será suficiente; en eso, hará aparición la primita Miriam (correcta Olivia de Havilland) para prestarle su apoyo, además del varonil Drew (magnífico, como siempre, Joseph Cotten), por lo que la pobre Charlotte se sentirá más arropada. Sin embargo, su trajinado magín aún tendrá un último arrebato de lucidez para barruntar un nuevo problema, más terrible e insospechado, lo que precipitará una serie de acontecimientos ya al final del film que, aunque Aldrich muestre sus cartas en el momento preciso, la inteligencia del planteamiento no nos hacía sospechar nada. Una película, en definitiva, con cierto aroma agridulce, como de sonrisa congelada, con una Bette Davis en estado de gracia como la inolvidable anciana-niña Charlotte y una atmósfera acongojante que hoy día, y por muchos efectos digitales que se quieran poner, apenas podemos ver. Muy muy recomendable.
Saludos susurrados.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
5 comentarios:
No la he visto y me dejas con ganas de verla cuanto antes, que parece de las imprescindibles.
Saludos
Muy buena sobre todo por la Davis, que está inmensa, aunque cuarentaytantos años después se ve con más curiosidad y ternura que terror, la verdad...
Pues anotada queda, no voy a quedarme sin saber que es el "southgothic terror"
Esta película la conocía yo por el sugerente título de "Canción de cuna para un cadáver".
Muy buena, pero es inevitable compararla con Que Fue de Baby Jane y eso la deja más pequeñita. Para mi le sobran algunas partes como la de cuando Charlotte habla en el porche con el periodista. O al menos que esa parte hubiese tenido más ritmo.
La banda sonora me gustó mucho...inquietante.
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