viernes, 11 de diciembre de 2009

Desprejuicios

Me va a encantar escribir esta reseña, lo sé; sé que se va a convertir en una insólita venganza contra mí mismo, mi peor enemigo; y sé que, afortunadamente, una nueva etapa de cinefilia se abre ante mí. La frase es "Renovarse o morir", y mejor morir en el intento que en la inopia. Hagamos un saludable ejercicio de desprejuiciamiento...
Primero: mi opinión respecto a las novelas de Stieg Larsson es sobradamente conocida; no creo que les eche ni un somero vistazo, no me interesan como literatura. Dicho esto, me armé de valor (sonrisa irónica y todo) y me dispuse a ver MÄN SOM HATAR KVINNOR (MILLENNIUM I), que no es un mueble de IKEA pero que podría haberlo sido. Y me explico. MILLENNIUM I es una magnífica película de aventuras, intrigas, despiporres emocionales y demás; deliciosamente imperfecta y sanamente imbuida del espíritu naif que hizo que nos enamoráramos del séptimo arte hace ya mucho. E insisto: me la sudan los millones de ejemplares vendidos de un libro fabricado en serie y las absurdas filiaciones surgidas al amparo de este (nuevo) fenómeno de masas. Un dato: este verano, mientras a mi alrededor se desplegaban decenas de los tochos de marras, yo disfrutaba con un pequeño librito de hace unos cien años, Misericordia. Pero no importa, porque MILLENNIUM I, la película, logró lo imposible, que me olvidara por completo de que (y así es) la trama mostrada es la misma tontería contada diezmil veces y que lo importante en este caso es (y no es poco) lo ágilmente que se pasan sus dos horas y media, con un personaje cojonudo, Lisbeth Salander, de la que da igual su pretendida rotundidad, porque lo que destaca es en su marmórea frialdad, convertida sin querer en un torbellino de sensaciones reprimidas.
Y es que después de repetidas decepciones (y lo de repetidas no es ningún eufemismo) que están en mente de todos, a mí no me parece mal que se dejen de lado las ínfulas intelectuales y nos lo pasemos pipa viendo una trama chorra pero muy entretenida. Y acabo con otra aclaración: tengo entendido que la cosa se alarga hasta dos títulos más, así que me adelanto y muestro desde ya mi desconfianza hacia que se pueda mantener el digno nivel de esta primera... y sin embargo... no sé, ya veremos...
Saludos que aman a mujeres y hombres.

3 comentarios:

marguis dijo...

Yo también vi la primera sin haberme elído los libros y me encantó, Lisbeth Salander es genial, misteriosa, fría..., y no le pude quitar los ojos en todo el metraje.
Ahora ya te aviso... la segunda película me dejó mas bien fría, no está a la altura de la primera ni de (perdón) coña. Lisbeth sigue siendo ella, per le falta algo a la trama para que acabe de acaparar mi atención.


Luego, claro está, he caido miserablemente en la lectura de los libros, el primero es clavado a la peli y aporta poca cosa mas... el segundo está resultando mejor que su adaptación... tampoco hacía falta mucho para ello...
Es lo que tiene ser una lectora compulsiva, se lee mucho, en poco tiempo, la mayoría basura... el truco está en disfrutar con cualquier cosa...

Saludos

Dr. Quatermass dijo...

Yo me debato en la duda de si ver las peliculas o leer los libros (dan vueltas por casa). Quizá me decida por los libros a tenor de las lamentables críticas de las segunda peli...

Kinezoe dijo...

No la he visto, no puedo opinar, pero está bien eso de desprejuiciarse ;-)

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!