Hoy había que elegir una... ¡y qué difícil ha sido! Elegir ¿cuál?, porque don José Luis López Vázquez hizo de todo: malo, menos malo, regular, aceptable, muy bueno, buenísimo y magistral. Y me he preguntado muchas veces (y con muchos actores) qué podría haber pasado con López Vázquez de no haber tenido esa infinidad de trabajos meramente alimenticios; una respuesta me viene incesantemente: éste, como tantos otros, dio infinitamente más talento a producciones mediocres, cine pírrico y enclenque de aquella época, de lo que en justicia este monstruo de la interpretación debió recibir.
Esto es relativamente triste, pero López Vázquez, entre sus más de doscientos trabajos, nos dejó algunas obras maestras de nuestro cine; y uno de esos títulos fue la incursión, de la mano también del gran Rafael Azcona, del italiano Marco Ferreri en una serie de films de ácida catadura y valiente crítica a un sistema cerrado en sí mismo, a una sociedad aquejada de una imposible apoplejía moral. Y no crean que han cambiado mucho las cosas, no; cincuenta años justos contemplan a este cuento terrible, de sonrisa congelada, que fue, es y será siempre EL PISITO; las mismas miserias entonces que las padecidas ahora por tantísima gente, incapaz siquiera de un proyecto de vida modesto, rodeados por la especulación y la avaricia, alimentando (sirviendo de carnaza más bien) a un monstruo insaciable que se disfraza de progreso y bienestar ¿Puede concebirse mayor horror?
EL PISITO cuenta la triste historia de Rodolfo y Petrita, que llevan doce años de novios, como debe ser, pero les resulta imposible encontrar un piso de esos modernos para irse a vivir. La solución ideada por Azcona es de una amargura y mordacidad que lacera al más pintado: Rodolfo no tiene más remedio que casarse con su anciana casera, que le tiene ¡realquilado!, con el fin de esperar la supuesta muerte de la misma y heredar el alquiler del inmueble. Retorcido y simple al mismo tiempo; una negrísima crónica de una España, la de entonces, que parece seguir regida por los mismos miserables procedimientos.
A todo esto, el trabajo desplegado por José Luis López Vázquez no sólo es de los que debía marcar una época, sino que sirvió como carta de honores de, insisto y no me cansaré de repetirlo, uno de los actores más grandes de la historia del cine de todos los tiempos y todos los lugares.
Saludos hipotecados.
4 comentarios:
Como bien has dicho, nos regaló muchas obras interesantísimas y de calidad envidiable, como esta de El Pisito que comentas.
Saludos y Descanse en Paz
Grande Lopez Vázquez. Hasta en las que perseguía suecas con Alfredo Landa! Este hombre de verdad que era como de la familia ya.
Otra aportación de gran interpretación : "Mi querida señorita".
Bueno, es que si nos ponemos a enumerar no acabaríamos... más de 200 títulos...
Enorme, Don José Luis fue enorme...pero lo seguirá siendo...es lo bueno que tienen estos pedazo de artistas, que uno no se cansa de ver sus actuaciones, desde las mas ingenuas, haciendo de españolito medio, ligando con suecas, haciendo de padrino búfalo, de señora, encerrado en una cabina o los papeles dramaticos y serios del final de su carrera; siempre creibles, siempre profesionales...si fuera yanqui tendría oscars y esas cosas aqui tiene el reconocimiento de la gente que le gusta el cine, que tampoco esta mal ;)
saludos
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