EYES WIDE SHUT fue la última genialidad de Stanley Kubrick, quizá el único genio puro que ha dado el séptimo arte. Me encanta esta película, me gusta por encima de 2001, de A CLOCKWORK ORANGE o de THE SHINING; por encima sólo estarían PATHS OF GLORY, SPARTACUS y, por supuesto, BARRY LYNDON. Sin embargo, dejar a EYES WIDE SHUT inmersa en una de estas odiosas calificaciones sería una injusticia por mi parte que no merece un film tan maliciosamente complejo, tan sofisticadamente acusador.
De hecho, la resolución que Kubrick hace de la extrañísima novelita de Schnitzler tiene la cualidad de zarandear al espectador, que casi nunca sabe discernir qué nueva sorpresa se esconde tras el siguiente fotograma. Da igual que Kubrick eligiese a un semiactor como Tom Cruise, francamente no importa, porque lo importante es el discurso. Así como no importa que una (otra) estrella como Nicole Kidman sólo aparezca al principio y muy al final, lo que hay en medio queda como una orgiástica pesadilla, un manual de miserias interiores que ni siquiera necesita de rostros o cuerpos. EYES WIDE SHUT habla de muchas cosas y casi sin contar nada; habla de lo vilmente esclavizadora que es la vida respetable, y para ello coloca al médico interpretado por Cruise, felizmente casado, con una hermosa familia, en el ojo del huracán; Cruise se ve arrastrado a un sitio prohibido, donde experimentará que no deben traspasarse ciertos límites. La frase sería la siguiente: "Éste no es tu sitio. Márchate". Mención aparte merecería la turbadora y polémica escena de la liturgia que deviene orgía; envuelta en la música de Ligeti, levantó más ampollas porque había mujeres desnudas que por escenificar la idea fundamental del film: la diferencia insalvable entre un mundo y otro, el mundo de los que se entregan al hedonismo amoral y el de los que se encuentran atados por las convenciones.
Creo que no demasiada gente captó el oscuro mensaje del maestro neoyorquino, que a lo mejor jugó en demasía con las apariencias y los equívocos, buscando un esfuerzo extra del espectador, algo que el cine actual no suele demandar, dándolo todo hecho de antemano. Gran cine, en cualquier caso; un cine insólito, rabiosamente original y hermosamente desestabilizador.
Saludos cerrados de par en par.
8 comentarios:
Yo no la tengo en tan alta estima, aunque me gusta más que "La Naranja Mecánica", eso por supuesto.
Oscuro, complejo y más extravagante que genial, así es como lo veo. Siendo en mi opinión de lo menos bueno de Kubrick, ya quisieran muchos otros haber firmado un título así...
Venga, se lo perdonamos ;-)
Totalmente de acuerdo con lo que escribes. Para mí de lo mejor de Kubrick, a pesar del soso de Tom Cruise. Película imprescidinble.
Una película injustamente tratada en su tiempo, yo pienso que para los que no la entiendan es esencial leer el libro de Schnitlzer, hablé de él hace tiempo en mi blog, os dejo el enlace por si os interesa:
http://desconvencida.blogspot.com/2006/09/relato-soado.html
Película oscura y tan confusa como la vida real, pero no me parece de lo mejor de Kubrick ;a pesar de que en el cine me encantó, en posteriores visionados ha ido perdiendo.
Saludos
Disparidad de opiniones... como debe ser...
Pues me gusta lo que escribes sobre esta cinta, que a mi me fascina. La forma como están rodadas las orgias es magistral.
Saludos
Permítame unas palabras en relación a este peliculón: " Auov uad auon acnurop ias iicinecu ertac lunmod asiz..."
Pues yo no creo que haya discurso. Es eso precisamente lo que no hay en esta película. Hay solo consciencia e inconsciencia. Realidad y sueño. Civilización e instinto. Amor y sexo. Sublimación y masturbación. Dualidad que se resuelve en la última frase del film (que es la ultima de KUBRICK, id a recordarla), follar como manera de comulgar ambas vertientes del pensamiento.
La orgía era el sitio de Cruise. Como es el de todos nosotros por debajo de la máscara.
Porque los de la fiesta de inicio (donde aquella chica se pasa de dosis), para mí que eran los mismos que en la orgía...
Y de hecho, voy a hablar de esto YA en mi blog...
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