Hay casos verdaderamente curiosos en el alocado e impredecible carrusel cinematográfico. Me gustaría hacer hincapié en el fenómeno acaecido en Argentina porque creo que es digno de estudio. Mientras aquí seguimos chocando con nuestra propia ineptitud, copiando de fuera, sin ningún tipo de rasgo identificativo, en un país sumido en una profunda crisis (y eso sí que es una CRISIS) surge de repente, casi de la nada un montón de realizadores de muy diversa índole y con un denominador común: ¿quién ha dicho que para hacer buen cine haya que gastar una pasta?
Son muchos los títulos a la sombra de este curioso paraguas, pero hay uno que será recordado mucho tiempo porque sirvió de caballo de Troya, con un éxito sin precedentes en casi todo el mundo. En EL HIJO DE LA NOVIA, Juan José Campanella nos devuelve el maravilloso espíritu de Frank Capra, anteponiendo los sentimientos y la bondad de corazón a la falta de escrúpulos y la especulación. Realmente, aquí no hay "malos", sino que el hijo adicto al trabajo se redime a través de la enternecedora historia de amor entre su madre enferma de alzheimer y su padre, fundador del negocio familiar. Sólo por ver las soberbias actuaciones de Héctor Alterio y, sobre todo, una IMPRESIONANTE Norma Aleandro, merece la pena sumergirnos en esta pequeña historia que nos habla de esa parcela tan a menudo olvidada que son los sentimientos. Alguien hablará de sensiblería, pero nos da igual, porque también nos encanta esta película; además, como somos poco navideños, qué mejor postal que ésta.
Saludos con el corazón.
Ay, la leche, que me invade el espacio el video...
2 comentarios:
En Argentina hay mucho arte cinematográfico y siempre salen grandes talentos, pero no es menos cierto que en España vuelve la mejoría, ahora mismo existen varios directores españoles codeándose por Hollywood.
Muy interesante blog, ya tienes un seguidor más, enhorabuena!
Si te apetece hazme una visita y si te gusta hazte también un seguidor más.
¡Saludos!
No creas que estas horas hacen que no dé pie con bola, lo que pasa es que me he puesto a curiosear qué has escrito que no haya visto (pues he estado mu liado esta semana) y he tropezado con esta película.
El hijo de la novia la vi sin saber muy bien de qué iba y me emocionó. Literalmente: lloraba cada vez que salía la genial Norma Aleandro. Gracias por recordármela.
Por cierto, mirará qué canción es esa que dices...
Un saludo.
Publicar un comentario