Hubo quien decía que en el agotamiento extremo es donde más fuerza se saca. El modelo norteamericano de cine está agotado, muerto y enterrado. Me importa un carajo que sigan machacando con apabullantes listas de records de asistencia y con capullos enseñando dientes en el multiflash publicitario de los estrenos, donde lo que menos importa es la película porque todos quieren publicitarse. ESO NO ES EL CINE; si quieren hablamos de ello, pero no es cine. Como decía, en yanquilandia el star system cruje y se tambalea, incapaz de soportar su propio peso o incapaz de observar su fealdad maquillada en los espejos de la independencia.
Ahora bien: ¿Es LITTLE MISS SUNSHINE una refrescante forma de renovación cinematográfica? No. Y podría citar muchos ejemplos y nombres de "salvadores" de la industria que no son más que morosos amasadores de una sola idea, esperando el momento del orgasmo total y encandilar como si hubiesen inventado algo. Y eso que la película, si no la tomamos demasiado en serio, es hasta entretenida. De un tiempo a este, hemos asistido a un curioso ejercicio de flagelación antipatriótica del que serían punta de lanza los humoristas salidos de la stand up comedy, el relevo natural de los Jerry Lewis, Danny Kaye o Bob Hope; agitadores que se hacen el gracioso a base de machacar al prójimo partiendo de sus defectos. El retrato de los tipos singulares con sus propias diferencias parte, precisamente, de lo contrario; se nos ha dicho demasiadas veces que los americanos son, por definición, superiores al resto de la raza humana, cuando este modelo se agota y deja de convencer se nos cuenta todo lo contrario, que para eso está el europeo con su abierta mentalidad para entenderlo y asimilarlo todo. Vale, pero yo leía a Nietzsche con trece años y no por ello era un semipsicópata que se quedaba callado (¿eso es una revolución?), por no hablar de cómo se resuelve que se muera el abuelo en mitad de un viaje... Pero no importa, si hay buen rollo y la familia está unida se puede vencer cualquier obstáculo. Perdón, pero ¿no es ese, en esencia, el mensaje republicano? Vivir para ver.
Pequeños saludos.
1 comentario:
que coincidencia con el post que he colgado. Pequeña Señorita Sunshine es de esas películas que quedarán en la historia de todas maneras.
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