jueves, 8 de diciembre de 2016

Postulados para la violación de la realidad #9



El dispositivo no puede ser más simple... ni más perverso. Abbas Kiarostami enfrentó a padres, profesores y un buen puñado de niños a la desnudez frontal de una cámara, mientras les interrogaba pacientemente acerca de sus problemas en el día a día de la escuela y el día a día al volver a casa de la misma. El resultado fue MASHGH-E SHAB (DEBERES), o la inteligentísima crónica del porqué de los males de un país a causa de la cerrazón del patriarcado, que impide a los jóvenes ser poco más que futuros obreros semianalfabetos y, a su modo, continuadores de un sistema asfixiante y que por entonces (hablamos de 1989) ya había reducido a la mujer a un ente desfondado y testimonial. DEBERES, enclavada entre dos películas monumentales de un Kiarostami en plena ebullición creadora, no ha obtenido tanto reconocimiento como merecería, pero su valiente y dura franqueza la mantiene vigente en muchas de sus ideas y hallazgos, y es de justicia resaltarlo en un momento en el que la educación de este país no consigue arrojar luz al futuro, incierto y voluble, de una generación que lamentablemente se intuye más cerca de sus bisabuelos que de sus padres.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!