sábado, 14 de noviembre de 2015
Nieve en polvo
No podíamos terminar esta semana sin dejar constancia de la película que se alzó con el Giraldillo de oro el año pasado, si la de esta edición es igual de buena estamos de enhorabuena. Es difícil resumir en un par de frases todo el contenido de TURIST (subtitulada con un elocuente FORCE MAJEURE), que no sólo es una crítica a todo un sistema de valores, en este caso encapsulado en una fantasmagórica estación de esquí francesa a la que llega una familia sueca recién salida de un horno de modales Ikea; todo parece ir según lo previsto, pero Östlund, que se revela como un miniaturista de las emociones, está atento a esos miniterremotos cotidianos, pequeños enfurruñamientos o desacuerdos que apenas logran indicar si son el comienzo de una fisura aún mayor. De ahí, el director sueco adopta un silogismo consecuente y lo plasma en una escena antológica, en la que una falsa avalancha provocada sorprende a la familia mientras almuerza en una terraza. El suceso, aun nimio, desata esos nudos que intuíamos ya existían en el seno de unos personajes que son un triunfo de construcción, ya que podemos imaginar prácticamente toda su vida anterior. Importa menos la correspondencia (yo no la veo por ninguna parte) con Haneke, según ha apuntado gran parte de la crítica, en cambio, lo que más valor ofrece este áspero y desacomodado film es la exposición frontal de unos personajes que sólo son capaces de reconciliarse mediante la catarsis, la confesión y, finalmente, la claudicación ante sus imperfecciones. La familia sale limpia, reluciente y triunfante... pero todo ello tras añadir una capa más de falsedad a sus vidas; y esta película habla precisamente de eso que ninguno admitimos jamás: sólo somos felices dando la espalda a la verdad.
Rondarán tu cabeza durante mucho tiempo esas imágenes fantasmales con Vivaldi de fondo...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Has dado el clavo. Los personajes de esta película -tan parecidos a muchos de nosotros- ven cómo su universo burgués, construido a fuerza de prejuicios y de roles asumidos de forma acrítica, se desmorona como la nieve en la montaña; y únicamente otra capa de falsedad les permitirá sobrevivir a ese impacto, a esa fugaz revelación de una verdad incómoda.
Un saludo.
Hay escenas fascinantes, como la del dron que entra y sale de la habitación en plena noche. Llegué a pensar que se trataba de un videojuego... Muy buena, y con muy mala hostia...
Un saludo.
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