miércoles, 28 de octubre de 2015
El escritor en guerra
Es innegable que fue John Ford el director que más y mayor gloria dio a Maureen O'Hara, sea por la naturalidad que lograba extraer de ella, por la versatilidad que demostraba en cada trabajo con el maestro... o quizá fuera simple afinidad paisana... ¡Quién sabe! El caso es que las películas más famosas ya han aparecido aquí anteriormente, así que me ha parecido una extraordinaria ocasión para hablar de THE WINGS OF EAGLES, que en España tuvo el acertado título (sin que sirva de precedente) de ESCRITO BAJO EL SOL. Y es una película esquiva ésta, no del todo bien tratada por una crítica que aún tenía demasiado reciente CENTAUROS DEL DESIERTO, pero que tiene algunos puntos interesantísimos que trascienden sobradamente tanto al dulzón homenaje a las Fuerzas Armadas de la Marina como al guiño de camarada que suponía a la figura del mítico guionista Frank "Spig" Wead, autor, entre otros grandes guiones, de MOON OVER BURMA, THEY WERE EXPENDABLE o THE CITADEL. A Wead, aventurero y romántico incurable, que pasó de ser expulsado del ejército a ser héroe de guerra, y que tuvo un absurdo accidente doméstico que lo dejó parcialmente paralítico, le daba vida un soberbio John Wayne, en uno de los papeles suyos que más me gustan. Wayne, sin perder el gesto, es capaz de ser un feroz socarrón, un enfermo derrotado o un descreído repleto de medallas al que sólo salva el tardío descubrimiento de la escritura durante su larguísima convalecencia. A su lado, Maureen O'Hara da asimismo otra lección de versatilidad, pasando de ser una alocada compañera en la juventud de Wead a una alcohólica que descuida a sus hijas y que termina separándose cuando se da cuenta de que su relación les está destruyendo a los dos. La película, ya digo, empieza con una jocosa recreación del ejército, casi en clave de comedia muda (arranca en los años veinte), continúa mostrando las luces y miserias (a la misma altura ambas) de la pareja protagonista, y es capaz incluso de jugársela con las escenas de un Wayne bocabajo, recién operado de la columna vertebral y luchando por mover un dedo del pie, contraviniendo los estrictos cánones del Hollywood clásico acerca de la inconveniencia de mostrar la crudeza de una enfermedad. Incluso el empalagoso Dan Dailey, habitual del musical, está estupendo como rival de la sección de las Fuerzas Aéreas que se revela como el gran amigo del alma de Wead, pasando más tiempo con él incluso que su mujer.
No sé si es una obra maestra, ni me parece relevante dicha designación, pero les aseguro que son dos horas que les encantará pasar en compañía de Johnny, Maureen y todos los demás...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
3 comentarios:
Bueno, sí. Obra maestra, no, pero no está mal y tiene momentos "bonitos", como ese que mencionas de John Wayne bocabajo (ahí es cuando le pide separarse, si no recuerdo mal).
A mí me gusta muchísimo más la de "Cuna de héroes"... y Maureen también está estupenda ahí...Y esa sí que me parece una gran peli que lo tiene todo.
Estoy de acuerdo, pero esta me parece una película injustamente infravalorada y que muestra a un John Ford que da una lección de modernidad, cambiando el tono de la narración a su antojo y sin que se note. Hay otra escena que me parece fascinante, es cuando Wayne y el productor están viendo la película con Clark Gable haciendo de él mismo, no sé si era PILOTO DE PRUEBAS, pero es un momento conmovedor y muy bien rodado. De todas formas, qué buena pareja hacían estos dos ¿eh?...
Para mí sin duda una obra maestra y una de las cintas más personales de Ford. Las escenas que dices de Wayne recuperándose son extraordinarias. No estoy de acuerdo contigo en lo del título, me parece igual de vacuo en inglés que en castellano. Muy interesante tu blog, no lo conocía.
Saludos.
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