La "España negra" es un concepto lo suficientemente amplio como para indagar en ese mapa de horrores y no salir nunca; o salir con nuestros valores morales sensiblemente dañados y una sensación de podredumbre moral bastante notable.
En 1979, España era un país aún por decidir, y la rabia acumulada por buena parte de aquel rudimentario y entrañable progresismo, que marcó el devenir de este neurótico régimen, se plasmó con desigual fortuna en algunas obras de mayor o menor calado. Las que sólo eran productos que se aprovechaban de la marea fueron olvidados rápidamente; los que mantenían un fuerte compromiso con los ideales que defendían pasaron a engrosar la escueta nómina de clásicos imperecederos de la transición. Pero que muy escueta nómina, añadiría.
En 1979, como digo, una menuda y callada señorita proveniente de la televisión revolvió ciertos sitios olvidados y hurgó donde más le dolía a una sociedad que no era así por Franco, que ya era así antes de Franco y que sigue siendo igual de mezquina después de Franco; esa España negra por dentro y por fuera que institucionalizó el crimen y la tortura como método legítimo para mantener un pensamiento único con el que manejar al hombre-oveja. La audaz directora era Pilar Miró, que nunca podría igualar luego un registro tan tremendo como el logrado en EL CRIMEN DE CUENCA, un cuento de horror que hace vomitar no por la crudeza de sus imágenes, que han envejecido mal de tan explícitas, sino por el descarnado mensaje que subyace bajo lo que se ve. Lo que se ve es lo fácil, la tortura y la injusticia, la sinrazón y la impotencia; lo que no se ve es el grito de socorro que Pilar Miró emitió a una sociedad sorda y embotada por su propia hipocresía. EL CRIMEN DE CUENCA sirvió entonces para dar relieve a la Miró como una gran cineasta fuera de España tanto como para que su obra posterior, y sobre todo su propia imagen pública, fuese observada con lupa. EL CRIMEN DE CUENCA fue censurada en 1979... que yo sepa, hacía cuatro años que se murió Franco ¿De qué hablamos entonces?
Saludos torturados.
2 comentarios:
Hace relativamente poco ví "Gary Cooper que estás en los cielos", me gustó casi tanto como "El Crimen de Cuenca". Y no tienen nada que ver una con otra. En la primera conocemos a la propia Pilar Miró. En la segunda nos damos cuenta de lo que era capaz de filmar.
Saludos!
Me gusta más esta, la verdad. Yo es que el rollo de la transición lo llevo regular jeje!
Publicar un comentario