martes, 31 de diciembre de 2024

La olla y los comensales


 

Pocas veces un título ha expresado con mayor clarividencia el sentido de una historia. Por mucho que la sepamos, nos la pretendan reescribir o se metamorfosee en el animal de ojos suplicantes, hay una bella y doliente metáfora en LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO, aquella obra de teatro que el genio de Fernando Fernán Gómez ideó para representar a toda España a través de una casa de vecinos madrileña. Desde el arranque hasta el cierre pasa todo. El calor mitigado por una horchata, la despreocupación de la familia humilde de ideas libertarias. Y los primeros amores de un joven, la promesa del amor libre o el reparto de los bienes una vez "el puñadito de militares sublevados" entrase en razón. La chica obligada a volver a su pueblo, la hija que quiere ser actriz, los cotilleos de azotea y anises o la angustia de la casera, a la que le devuelven la sonrisa las bombas sobre la casa, justo al revés... Y entonces los aprovechados, cambiando el bando sin merma de facultades, y las ollas vacías de lentejas, y el hambre. Aquella España a la que nadie tuvo en cuenta, como el padre que regatea al niño que prefiere leer novelas a estudiar, rondar a las chavalas a hacerse un hombre, sabiendo que si no aprueba una bicicleta que se ahorra hasta el otro verano. Luego es tarde, y ya no quedan veranos...
Hermosa, desgarradora y necesaria.
Saludos.

lunes, 30 de diciembre de 2024

Horas extras


 

Con la tendencia, cateta por otra parte, a romantizar o idealizar culturas de las que sencillamente no tenemos ni pajolera idea, no éramos pocos los que recelábamos de la efervescente competencia de la cinematografía coreana, sin que hubiese paralelismos con, se me ocurren, la griega, rumana o argentina. O lo que es lo mismo: Hong Sang-soo parece el único tipo lúcido, y ahora es fácil subirse a ese carro, cuando la mala praxis política ha dejado al descubierto un sistema de producción (y no sólo en el cine) simplemente insostenible. No había milagro, y sí unos presupuestos inflados, incluso en el caso de cineastas cuya destreza no necesitaba hipertrofiarse. Año a año, he expuesto la desconfianza ante las películas coreanas que llegaban a Sitges; productos comerciales sin repercusión en salas, agasajadas por críticos del montón, para finalmente repartirse la tarta de las plataformas. Las buenas eran otras, y al festival llegaban de chiripa (malos hasta para equivocarse), y este año se hablaba mucho de I, THE EXECUTIONER, que les resumo en una frase cortita: JOHN WICK protagonizado por Leslie Nielsen... O si Hannibal Lecter hubiese puesto a prueba a la "loca academia de policía"... Muchas veces insisto en lo del traje del emperador y esas cosas, y al protagonista de esta película le basta con dejar de hacer el imbécil cinco minutos para descubrir a un malo muy escurridizo.
Magnífica si tienes once años y te dan igual las dimisiones políticas.
Saludos.

domingo, 29 de diciembre de 2024

Rincón del freak #628: Manantial de sangre, doncellas heladas


 

A menudo me veo obligado a advertir que esta sección dominical, tan cara a mi personalidad cinéfila, no tiene por qué estar compuesta únicamente por films de escasa calidad, y sí por rarezas inclasificables, trabajos que salen de la normalización imperante y reivindican libertades estimulantes, pero también incomprendidas. Contra todo pronóstico, afirmo que BLACK CHRISTMAS es una de las mejores películas de terror de todos los tiempos; y también una de las más imprevisibles, seguro que por lo influyente de un discurso que se desparrama a lo largo de 50 años de producciones que no han hecho más que beber de un trabajo que necesita ser reivindicado urgentemente. Y es que estamos en 1974, y Bob Clark venía de dirigir un film de terror con ramalazos de comedia y un insólito drama transgénero... ¿? Aunque fue con DEAD OF NIGHT, una historia de ¿vampirismo psicológico?, que apuntaba como un director más que interesante. Aún más extraño es ver la deriva de Clark en sus últimos veinte años de carrera, hasta su fallecimiento en 2007, alternando comedias basurescas protagonizadas por perros, bebés y otras cosas que es mejor no mencionar, pero que parecía inevitable tras lograr sus únicos éxitos comerciales con aquellas barrabasadas tituladas PORKY'S ¿Cómo surge entonces una joya como BLACK CHRISTMAS? Hablamos de un slasher antes del slasher, de un film rodado en Canadá pero que entiende a la perfección los códigos del giallo italiano; una película terrorífica sin mostrar sangre, ni muertes escabrosas o asesinos horripilantes. A Clark le basta con situarnos en una residencia para jovencitas en plenas navidades, donde se empiezan a recibir perturbadoras llamadas (créanme, muy perturbadoras) y desaparece una chica de manera extraña, lo que hace saltar las alarmas, aunque esto siempre ocurre en un crescendo muy bien hilado, que aúna coherencia en el relato y una extrañeza que se va apoderando de toda la narración, que se encamina hacia una pesadilla sin explicación lógica. Y me acordé inmediatamente de Ti West, que debe haberla visto y estudiado concienzudamente; aquí veo sus resortes, su querencia por lo anticlimático, las interpretaciones naturalistas o la importancia de que el sonido identifique un estado de ánimo que involucra al espectador. La sensación es la de cualquier slasher mediocre pero al revés, como si Clark, sin referentes claros, tuviese que crear un mosaico cuyas piezas luego hemos visto tantas veces. 
En mi opinión, un hito del terror y cómo entenderlo, sin nada de "elevado", pero evitando lo chabacano y lo obvio. Para ver en bucle todos los años por estas fechas. Y entre otras cosas, también para dar el último adiós a la actriz Olivia Hussey.
Saludos.

sábado, 28 de diciembre de 2024

Nunca es tarde


 

Nunca me ha gustado la navidad, ahora mucho menos, ni tengo especiales recuerdos navideños más allá de un cúmulo de frases hipócritas, mantras que no hacen más que encubrir una incapacidad manifiesta para reconocer lo jodidos que estamos todos. El caso es que Dickens, que era un tipo despreciable, trufaba sus historias de escudos humanos, alter egos mezquinos y odiosos, que eran la base para poder señalar a los verdaderos antagonistas, que en su opinión eran los poderosos, siempre rodeados de un aura de bondad de plástico. En este sentido, SCROOGED me parece una película incomprendida, en la que Bill Murray (en su cúspide de popularidad) interpretaba a Frank Cross, un magnate de la televisión incapaz de un solo gesto amable, que ha de hacerse cargo (muy a su pesar) de un especial navideño. También aquí hacen su aparición los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras, que le darán un recorrido por todos los errores de su vida, que a tanta gente hizo infeliz, incluido él mismo. La diferencia la marca el propio Murray, con un papel hecho a su medida, un ogro que acaba por caer simpático, y que se rodeó de un elenco de lujo en esta comedia de temporada, hoy día todo un clásico que no falta en estas fechas, y que conjugaba el sabor de los títulos familiares con una visión más escéptica y moderna.
Aun con todos sus excesos, que son muchos, es muy entretenida, sobre todo si abominan de festejos y estulticias varias...
Saludos.

viernes, 27 de diciembre de 2024

El escritor y los fantasmas


 

En estas fechas tan entrañables, suelo desbloquear recuerdos de aquellos títulos que conformaron, hace ya una eternidad, cierto imaginario fílmico, llegando hasta el presente por lo que llamo "casualidades sinestésicas". Por ejemplo, HOUSE, que era un curiosísimo intento de hibridación entre el terror de casas encantadas y una comedia para toda la familia. En realidad, el invento se le ocurrió a Sean S. Cunningham, que vio el filón que suponían las cintas al estilo POLTERGEIST, al tiempo que aprovechaba la vis cómica de William Katt (archiconocido por "El gran héroe americano") o George Wendt ("Cheer's"). El resultado es bastante más cómico que terrorífico, con unos efectos especiales que no han envejecido del todo bien, y una trama cogida por los pelos, en la que un escritor divorciado se instala en el viejo caserón de su tía recién fallecida para buscar la inspiración, y también para intentar superar la desaparición de su hijo pequeño en extrañas circunstancias. El problema es que la casa parece un ente vivo, y que guarda secretos inconfesables en su interior. Todo esto sonaba mejor con doce años y un paquete de palomitas, y ahora no pasa de un entretenimiento un pelín culpable, al que uno accede por mera aversión navideña, lo cual tampoco es necesariamente placentero, claro está...
Sólo para cafeteros muy nostálgicos.
Saludos.

jueves, 26 de diciembre de 2024

¿La verdad os hará libres?


 

Hay un dato insoslayable a la hora de enjuiciar (el término no es casual) JUROR #2, y es la edad con la que Clint Eastwood sigue desafiando toda lógica, al tiempo que quienes somos admiradores de su obra nos felicitamos de tenerle en plena forma, cuando hace mucho tiempo que su cine se tendría que haber agotado. Volviendo a la jerga jurídica, no seríamos justos si le exigieramos lo mismo que a cineastas con medio siglo menos, y que entregan productos desvaídos. Lo que sí creo necesario es dar cuenta de un film en principio apasionante, pero que se va quedando poco a poco en un telefilm estimable, rodado con intención, pero sin capacidad de esculpir sus imágenes con el arrebato que Eastwood ha imprimido en ese puñado de obras maestras que reconocemos al instante. No me molesta tanto lo directamente inverosímil de su premisa, en la que se riza el rizo de la casualidad, presentando como jurado popular en la causa de un hombre acusado de asesinar a su pareja nada menos que a quien realmente lo hizo, en un accidente cansinamente reconstruido y que también resulta inverosímil. Con ese salto mortal, el guion apenas nos deja centrarnos en los personajes, tan sólo para reparar también en que el elenco está un poco desaprovechado, y sólo me quedaría en el (este sí) interesante juego de verdades y mentiras, las que nos creemos y las que nos hacen creer, entre el abogado defensor y la fiscal, interpretados por Chris Messina y Toni Collette. No es, por tanto, el mejor film de tito Clint, ni falta que le hace; es, ni más ni menos, una película que nadie más joven haría ahora, al menos de esta manera. Yo me quedo con el mérito que ello conlleva y lo afortunados que somos de ser coetáneos de milagros como éste...
Saludos.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

La cara pintada


 

Sólo hay que estar atento a los detalles para explicar una película tan singular como JOKER: FOLIE À DEUX, más que nada para no caer en unos errores de bulto, que no sólo culminan en el malentendido, sino que no permite un desarrollo adecuado. Verla desde la perspectiva de un film de superhéroes es no haber entendido nada. Sin embargo, el musical, espléndido, funciona obviamente como catalizador de la pérdida de contacto con la realidad de Arthur Fleck, que viene a ser el pobre diablo que de repente ha obtenido la atención que cree merecer. El error de bulto, creo, proviene de la desgana con la que Phillips ha afrontado un reto, que según parece lo ha sido más por el empeño de la productora por exprimir lo que no es más que una vía muerta. Este film, cómo no, es una gran broma, una descomunal mise en abyme cuyos cañonazos formales descubren a un cineasta repleto de recursos, incluso cuando ya no queda nada que contar. Es más o menos a la mitad cuando es perentorio descubrir el clic de apagado, porque ahí termina la historia en sí, y con ella lo hace el artefacto que nos va despidiendo poco a poco, como unos títulos de crédito de más de una hora, lo que da una explicación del enfado de tantos espectadores decepcionados. Por último, y aunque no se sea muy avispado, no hay más que desenfocar la última escena (que no desvelaré) para entender lo que esconde este film desagradecido y a contracorriente, que es una comedia negrísima mucho más perturbada que su antiprotagonista, que obtiene de Joaquin Phoenix un corte de mangas al sistema de producción norteamericano, tan paleto como inoportunista.
Si durase una hora menos sería una obra maestra.
Saludos.

martes, 24 de diciembre de 2024

Que me come el tigre


 
He defendido muchas veces el primer cine de Almodóvar, precisamente por la valentía de su inconsciencia, que le llevaba a una irreverencia tan trufada de ternura como de dardos envenenados. No es ENTRE TINIEBLAS la película que más me gusta de esta etapa, pero desde luego es una de las más audaces y contestatarias, y cuyo argumento desataría toda clase de polémicas en esta sociedad del nuevo puritanismo en la que nos vemos inmersos. Las Redentoras Humilladas es una orden de monjas que practica el culto a las drogas, la extorsión a los ricos y tener como mascota a un tigre; hasta allí llega Yolanda, una desastrada yonqui y cantante en riguroso playback, que huye de la policía, que la busca por ser sospechosa de la muerte de su pareja por sobredosis. La madre superiora se encapricha de la joven, con la que comparte la afición por la heroína, mientras recuerda a la última descarriada a la que protegió, y a la que amaba en secreto. En un elenco completamente femenino, brillaban las habituales Julieta Serrano, Carmen Maura, Chus Lampreave o Marisa Paredes, que interpretaba a una psicópata asesina que busca la redención mediante la autotortura física y la ingesta de ácidos, que la van a acercar a dios. Desgraciadamente, Almodóvar le dio el rol protagonista a la desconocida Cristina Sánchez Pascual, que no estaba llamada por los caminos de la interpretación.
Volver a verla hoy día es una experiencia casi marciana, lo que me parece suficiente para recomendarla en fechas tan señaladas.
Saludos.

lunes, 23 de diciembre de 2024

El amor en tiempos del fentanilo


 

Otra de las películas que han dado que hablar en Sitges ha sido el esperado retorno de David Moreau, ya sin Xavier Palud, que planteaba una filigrana de estilo en una supuesta sola toma (sabemos que no), sobre la que planea decididamente la alargadísima sombra de REC, aunque Moreau desecha el espacio único y lanza su cámara en un trasiego mareante a lo largo de una noche eterna. MADS tiene un potentísimo arranque, siempre mientras menos sabemos, como su protagonista, que va a celebrar su cumpleaños tras surtirse abundantemente de drogas, pero la irrupción de una joven, desquiciada e incapaz de hablar, lo sumerge en una pesadilla de la que no sabemos si sucede en realidad o son unos efectos secundarios imprevisibles. Impecable en lo técnico, incluso magnífica en la verosimilitud de sus resoluciones formales, la película se va contagiando de la vaguedad de su guion, hasta terminar en un lugar muy diferente, y que me da la impresión de un callejón sin salida. Sin una sola explicación contundente, Moreau consigue al menos una experiencia de intensa catarsis, con interpretaciones de imponente fisicidad, pero que no deja una huella plausible.
Saludos.

domingo, 22 de diciembre de 2024

Rincón del freak #627: El discreto encanto de los profesores universitarios


 

Lon Chaney Jr. no daba para profesor con inquietudes intelectuales, pero sí como un aventurero antropólogo, que de repente aparecía en mitad de una danza ritual en la selva de... bueno, ya me entienden. Reginald Le Borg fue un aplicado artesano de series B que nació en Austria, de ahí que 1944 fuese un año aplastantemente productivo, con nada menos que seis películas rodadas, por eso de la mala conciencia. Así las cosas, sólo hacía falta una fémina con una belleza mestiza para poner en marcha WEIRD WOMAN, donde el profesor se trae a la muchacha a un campus donde las envidias y putiferios varios dejan en pañales a la tribu de la señorita, y al vudú en una partida de brisca. Eso porque aún no había explotado el fenómeno Acquanetta (la actriz con el nombre más freak de la historia), del que prometo resarcir a los incondicionales de este imprevisible rincón dominical, que se nutre de joyas olvidadas como ésta, donde una hora y tres minutos es suficiente tiempo para contar todo lo anterior entre selvas con olor a Titanlux y apartamentos que se vaciaban a partir de las 23h...
Es recomendable por absurda, y también por ser tan encantadora como un pellizco en la mejilla.
Saludos.

sábado, 21 de diciembre de 2024

Venganza


 

Lo que más celebro de esta última versión de LE COMTE DE MONTE-CRISTO es cómo construye su modernidad, de película actual, invocando las claves de las grandes producciones clásicas. El resultado no abruma, y sí fascina por la claridad de ideas, que no buscan la acumulación sino una intensidad que no hace más que crecer desde su extraordinaria primera mitad. Uno sabe que está ante una buena película cuando no importa lo más mínimo conocer la historia, su desarrollo y desenlace, y disfruta interesado en cómo escapará Edmundo Dantès, para llevar a cabo su milimétrica venganza contra quienes lo acusaron injustamente y arrojaron a un agujero olvidado, justo cuando acababa de convertirse en capitán de navío e iba a casarse con la mujer que amaba. La novela de Dumas es eso, un puño que aprieta el corazón mientras radiografía una sociedad en la que el engaño prevalece ante el honor. Puede que se trate de un objeto extraño, una de esas raras ocasiones en las que la profundidad de medios no es un despilfarro inconsciente, pero también podría marcar una cierta dirección para el cine comercial que no suspira por remedar los repetitivos cánones de Hollywood. El primer gesto está servido.
Saludos.

viernes, 20 de diciembre de 2024

Problemas del primer mundo


 

Que la niña está rabiosa porque quiere unos vaqueros de doscientos pavos. Que los quiere porque ve cómo su madre alivia su mala conciencia dándole dinero a cada indigente que se encuentra... y alguno ni siquiera lo es. Que papá está harto de hacerse pajas de mediana edad y se beneficia a la vecina, que es esteticista, borracha y gilipollas. Aunque lo peor es que papá y mamá, que se ganan la vida comprando muebles que pertenecían a gente que acaba de morir, para revenderlos con sobreprecio, están esperando a que se muera la abuela de la esteticista, que también tiene un carácter horrible, para ampliar su propio apartamento. Allí vive la otra nieta, que hace radiografías mamarias y evita tener vida social. Y todos juntos protagonizan PLEASE GIVE, que no es Todd Solondz, sino el reverso cursi e inocuo de HAPPINESS, aunque lo verdaderamente inquietante es que el rechazo lo haya sentido con ésta, que se cierra como no podía ser de otra manera. La niña se compra (la madre le compra) los dichosos vaqueros y el American Way of Life, aunque tenga pátina de votante demócrata de Greenwich Village, vuelve a restablecerse.
Querer ser Woody Allen, a estas alturas, no sólo es absurdo sino directamente contraproducente. Como tener mala conciencia, y ni siquiera una cuenta corriente abundante...
Inane.
Saludos.

jueves, 19 de diciembre de 2024

El papel


 

Transitando el camino opuesto, Rodrigo Moreno propone en LOS DELINCUENTES una lúcida lección del significado, travieso y escurridizo, de lo que damos en llamar "lo esencial". Ello estará agazapado tras insignificantes pistas, toneladas de cotidianidad, mientras a nuestro alrededor se despliega la cola del pavo real, el despiste insípido del colorín, fugaz como un triste rascarse. Para ello, el mecanismo incluye una falsa trama de intriga, desatada por el motivo central: el robo de una importante suma por parte de un empleado de banco. No importa, no vayan por ahí porque no van a entender nada; se desesperarán y clamarán contra ese cine argentino (y de otras partes) que va tan lento, que no cuenta historias emocionantes ni se alía con el ansia escapista del espectador, sino que aprovecha las posibilidades del audiovisual para imprimir una crónica de (ir)reverente lucidez. Este relato nos lleva, como restándose importancia, hasta el choque de la felicidad falsa del materialismo con eso tan raro y marciano que es ser libre, pero que, una vez experimentado, ya es objetivo irrenunciable. Ni la estancia voluntaria en la cárcel del "delincuente" es tan aterradora como esa vida repetida, mortal como una losa que va cerrándose. Y es que si no fuese por casualidades, no veríamos lo evidente hasta que fuese demasiado tarde, porque los tesoros más valiosos están al alcance de la mano.
Magistral.
Saludos.

miércoles, 18 de diciembre de 2024

Rojo sangre oscura


 

Es muy curiosa la relación de Hellboy con el cine, y parte de culpa la tuvo el exceso de fandom de Guillermo del Toro, que confundió el amor al personaje con serle fiel a su verdadero espíritu, que no es otro que dinamizar el lore superheroico con historias sobrenaturales, gracias a la potente irreverencia del personaje creado por Mike Mignola, quien (afortunadamente) coge las riendas del guion de esta HELLBOY: THE CROOKED MAN, de la que de momento se desconoce cuándo se estrenará en nuestro país, cinco meses después de que lo hiciera en Yanquilandia, con una acogida digamos "dividida". Brian Taylor (responsable de la franquicia CRANK, o la interesantísima serie HAPPY) encuentra al fin al Hellboy tétrico y vulnerable de los comics, y pese a una producción mejorable, por desprolija, el relato de terror funciona como encadenado inesperadamente pulp, a lo que contribuye un festival de canciones de época, que nos traslada a un entorno de horror y brujería. No es ni mejor ni peor que las anteriores, sino que suple sus carencias invirtiendo en aspectos que, por ejemplo, Del Toro no logró aprehender todo lo visceralmente que hubiese debido. La cosa es ¿se estrenará? ¿irá directa a plataformas?...
Saludos.

martes, 17 de diciembre de 2024

La virtud infame


 

Se ha ido Marisa Paredes, o lo más cercano que hemos tenido en este país a una diva, con todas las connotaciones que un término tan melifluo suele conllevar. Proveniente del teatro, asomando la cabecita en miríadas de producciones televisivas, Almodóvar (justo es reconocerlo) la redimensionó hasta ese lugar de mujer distante, superior, pero también frágil, repleta de inseguridades. Era una excelente actriz, y quienes la trataron aseguran que una excepcional persona, y desde ya entra en el Olimpo de las estrellas, donde creo que siempre perteneció. Como ya es costumbre, haremos un pequeño recorrido por una filmografía, en este caso extensa, y que le dio uno de sus primeros roles protagonistas en aquel entrañable Estudio 1, en un formato (el teatro filmado) al que siempre es un placer volver, incluso a quienes nos queda como un destello borroso. Ya Marisa Paredes era mucha Marisa Paredes haciendo de Casilda, la desdichada joven que ve quebrada su felicidad al casarse con su amado, un humilde labriego, cuando el perverso comendador de Ocaña queda prendado de su belleza, después de despertar de un golpe en la cabeza. Esto es, en esencia, PERIBÁÑEZ Y EL COMENDADOR DE OCAÑA, donde Lope de Vega se despachaba agusto con esos gobernadorcillos que tanto nos siguen sonando ahora por desgracia; medradores sin escrúpulos, que creen que las personas son como propiedades a las que explotar, y en último término desechar. No hay más que darse una vuelta por el Tubo para disfrutar de estos episodios impagables, de los que también fue parte histórica Marisa Paredes, cuya irrepetible figura nos acompañará en este cambio de año, como no podía ser de otra manera.
Saludos.


lunes, 16 de diciembre de 2024

Todos juntos otra vez


 

El final de THE SUBSTANCE está conscientemente hipertrofiado, en todos los sentidos. No es sólo que su directora abrace el exceso como única forma de abrochar lo que no es más que una indisimulada patada en los huevos del star system, y sobre todo cómo se ha convertido en una máquina que ignora a las actrices como seres humanos, que como no puede ser de otra manera, cambian con el tiempo. Curiosamente, los mejores momentos de este body horror, con menos horror que patetismo, se encuentran a mi entender en el estilizado y enigmático arranque, donde una estupenda Demi Moore visibiliza, desde el humor paródico a la rabia generacional, todo un abanico de emociones, para que éstas cristalicen en la aparición de la prometedora Margaret Qualley, que es el complemento para este relato que aúna al mito de Frankenstein con Dorian Grey, a Fausto con La Cosa, y no siempre afortunadamente, pero sí con el suficiente arrojo como para tener en cuenta a una cineasta que logra contentar a aficionados de distinto pelaje. Otra cosa son los hachazos de brocha gorda a Kubrick o Polanski, que pueden resultar hasta simpáticos, aunque lo de rubricar a lo Brian Yuzna no lo vimos venir, claro. La impresión final es que esperaba que el film iría por otro camino, menos festivalero y más inquietante, pero no tengo ninguna duda de que éste era exactamente el acabado que Fargeat buscaba, lo que, ya digo, nos mantiene a la expectativa de que decida embarcarse en un guion ajeno y más complejo.
Saludos.

domingo, 15 de diciembre de 2024

Rincón del freak #626: Voy al campo, abandonaré la ciudad


 

Uno ve en 2024 una cosa como COLD CREEK MANOR (jocosamente traducida aquí como LA CASA) y confirma varias cosas, como que Mike Figgis es un director que se fue quedando anticuado muy pronto, o que hay películas de género que se limitan a aprovechar los "recortes" de lo que parece no otra cosa que un manual de guiones, que podrías encontrar muy barato en un rastro cualquiera. Esta película tontísima, repleta de lugares comunes, nos habla a hipidos de una familia con menos química que un Quimicefa, con Dennis Quaid desorientado, Sharon Stone dando grititos por cualquier cosa y Kristen Stewart con la misma cara de insomne ya desde entonces. Se van de New York a una casa en mitad del campo porque sí, con una excusa incongruente, y encontrándose con Stephen Dorff en modo chulo piscinas, que casualmente acaba de salir de la cárcel y antes vivía allí. Todo muy casual y muy por los pelos. Para redondear, Juliette Lewis escanea sus contoneos y Christopher Plummer sale cinco minutos acostado en una cama. Es como EL CABO DEL MIEDO de Hacendado, y dura dos horas, y he empezado a desbloquear el recuerdo de alquilarla en DVD y no llegar al final, abrumado por tanto grito y tanto fotograma quemado y tanto cheque directo a las Bahamas, que hubiese sido un giro argumental más sorprendente, pero qué se le va a hacer...
Los noventa cuando ya se habían acabado los noventa...
Saludos.

sábado, 14 de diciembre de 2024

Protección oficial


 

Lo que es mediano en Mike Leigh es muy alto en otros cineastas. Lejos de dictar sentencia, me parece acertado observar el escalpelo del director británico ya en sus trabajos más tempranos y menos conocidos, como demuestra MEANTIME, un pequeño encargo para el Channel4 que Leigh transmuta en un lacerante y crítico diorama, que sin alzar la voz suena como un puñetazo donde más duele. Más allá de la anécdota de que se trata de uno de los primeros trabajos de Tim Roth o Gary Oldman antes de saltar a Hollywood, estamos ante un film que no te suelta, a base de planos cerrados, frases hirientes y miradas hundidas, en torno a una familia de clase baja que subsiste en un cuchitril del extrarradio. Personajes de trazo limpio para una historia de ritmo sombrío y desesperanzado. Colin tiene un problema mental, y quizá le gustaría ser como su hermano, que siempre suelta alguna sentencia, o como Coxy, que se las da de duro con sus Dr. Martens; así le podría gustar a Hayley, que nunca levanta la mirada, o complacer a sus padres, aunque sabe que les importa una mierda. A través del desvalido semblante de Colin podemos ver todo un inframundo de subsidios sociales, precariedad y desconfianza, aunque Leigh no afloja, y muestra un reverso tampoco tan luminoso, con la tía "felizmente casada", que en realidad oculta una vida de apariencias que nada tienen que ver con ser feliz. Y es que "ser feliz" parece imposible en un entorno gris, frío, hostil. Y esa happy England de la que te hablan las comedias románticas y amables, se diluye en cuanto la cámara se planta a ras de suelo y Andrew Dickson aporrea el piano, porque todo aquí parece notas sueltas...
Demoledora.
Saludos.

viernes, 13 de diciembre de 2024

Cabalga libre


 

Estrenada en 1992, INTO THE WEST partía de un guion original de Jim Sheridan, en el que se abordaba el no tan conocido mundillo de los nómadas irlandeses, una comunidad a mitad de camino de gitanos y cowboys, para contar la historia de amistad entre Ossie, un niño, y el misterioso caballo blanco salido de la nada, y que su abuelo reconoce como Tir Na Nog, emblema de la mitología celta. Todo en este film es un inexplicable equívoco, desde su erróneo cartel hasta una lamentable promoción, que la ha dejado sepultada durante más de treinta años, siendo uno de los mejores y más originales trabajos de Mike Newell, que imprime un fascinante aroma a cuando los dramas sociales se servían de un contexto fantástico, y que además tenía un gran elenco, con nombres como Gabriel Byrne, Brendan Gleeson o Ellen Barkin. De hecho, y dejando de lado las escenas centradas en la peripecia de la huida de los dos hermanos y el caballo, hay un estupendo retrato costumbrista de una Irlanda desconocida y poco acogedora, y que habría dado para un film muy diferente, quizá mejor, pero también con algo menos de encanto. 
Una joya olvidada y que merece mucho la pena descubrir.
Saludos.

jueves, 12 de diciembre de 2024

Lobo hombre en Nueva York



 Fieles a nuestros indetectables (e insobornables) tics, y justo antes de rematar el año, vamos con el repaso a los "cuatro Miguelitos". Y si no saben de qué les hablo, pues nada. Jamás pensé que volvería a ver, 30 años después, WOLF, o la ocurrencia de vislumbrar a Jack Nicholson como un improbable hombre lobo. Aquél fue un visionado un tanto extraño, en una sala de cine medio vacía, y con la sensación de no saber qué diablos has visto dos horas después. No me extraña que no me enterase de nada entonces, pero la primera mitad de esta anomalía es una buena película, que ahonda en la liberación experimentada por un cincuentón tras perder su trabajo como editor y descubrir que su mujer le pone los cuernos con el joven trepa, que le ha desplazado en todos los sentidos. Metafóricamente, WOLF ni siquiera necesitaba pergeñar un pedestre acercamiento al cine de género, bastaba la escena en la que Nicholson se mea literalmente en los zapatos de James Spader, o aún mejor, el olisqueo al que somete a una Michelle Pfeiffer, de la que luego supimos que no le hacían falta las lentillas. Como comedia generacional involuntaria tiene su punto, pero hay algo muy incómodo viendo al protagonista haciendo como que corre, o lo indisimulado de los dobles, que cantan por soleares incluso con un kilo de maquillaje y la cara llena de pelos. Por no hablar de lo marciano de hacernos creer que hay excusas para un bosque lleno de animales al lado de la Gran Manzana.
Por cierto, alguien pensó también que el compositor ideal podría ser Ennio Morricone... No sé, muy raro todo...
Saludos.

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Dejad que los niños...


 

A medida que indaga uno en el cartel programático de este último Sitges, la sensación es la de sensible pérdida de calidad, quizá por buscar refugio en el género más reconocible, aunque me da que las productoras han asomado el morrillo con algunos productos realmente engañosos. Es el caso de Mr. CROCKET, un curioso híbrido de gore explícito y soft-horror enfocado a un público más joven, que bucea en el legado, por ejemplo, de Freddy Kruger, pero con menos imaginación y ni siquiera medios. La historia nos habla de este personaje, que presenta un hipnótico programa infantil, aunque sus intenciones son eliminar a los restrictivos padres y reclutar a los pequeños, a los que promete una eternidad en la que puedan hacer lo que quieran. El resultado es cutrecillo, filmado en unos interiores muy evidentes, y con algunas soluciones apresuradas, Con la excepción de la interpretación de un inquietante Elvis Nolasco, y algunos efectos de maquillaje que recuerdan poderosamente al primer Tim Burton, es bastante olvidable, con buenas intenciones pero poco más.
Saludos.

martes, 10 de diciembre de 2024

Yo anduve con un zombi


 

Me pregunto, más allá de la conveniencia de visibilizar la figura, doliente y oprimida, de su protagonista, acerca de qué tipo de invocación narrativa supone PRISCILLA. No hay que olvidar que esto es el punto de vista de Priscilla Beaulieu (Presley de casada), las memorias que escribió hace cuarenta años, en los que sorprendía la ciclotimia de sus páginas, que como montaña rusa enlaza el cuento de hadas con el relato de terror, el oropel con la claustrofobia o la generosidad con el egoísmo. No me gusta la película. Es Elvis sin Elvis. Ni su música, ni su imagen, ni su aura. No me gusta la sucesión de postales, ni siquiera videoclips, sino la sensación de que todo está ahí puesto cinco minutos antes, justo hasta que la directora encuentra el azúcar entre Chanel y Kellogs. Es una película que sestea, que da sueño, que no inventa nada, ni homenajea nada, ni contagia algún entusiasmo. Curioso, porque es una historia archiconocida, pero está mostrada como una especie de revelación. No se equivoquen, PRISCILLA es un artefacto, uno más de los perpetrados por una directora cada vez más relamida y revolcona, pero eso ya lo veíamos venir...
Saludos.

lunes, 9 de diciembre de 2024

El Beta era mejor


 

No me declaro fan, ni nada por el estilo, de esa pseudofranquicia titulada V/H/S, de la que este año se ha presentado BEYOND, supuestamente enfocada en el tema ufológico, por lo que intentaré ser escueto tras su visionado en la sección "Panoramas" de Sitges. Hay ovnis y marcianos, abducciones y avistamientos, aunque siempre virando la cuestión hacia el terror de toda la vida, yendo de las casas encantadas, los zombies o el gore cachazudo, ofreciendo un producto claramente orientado a los fans que no esperan más que diversión y un acabado digno. Entre los nombres que encontramos en la dirección están, por ejemplo, el del actor Justin Long o la señora de Mike Flanagan, Kate Siegel, que se marca el último y más interesante segmento, escrito por el propio Flanagan. Mi opinión es la misma que la otra que vi (y que ahora no recuerdo), esto es: efectos especiales decentillos, uso insufrible del metraje encontrado y/o cámara en mano, guiones terriblemente irregulares y actuaciones al borde de la parodia ¿A quién se la recomiendo? Fuera de Sitges, a casi nadie...
Saludos.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Rincón del freak #625: Casas, cartílagos y almuerzos


 

Un integrante de Einstürzende Neubauten pretende desenmascarar al sistema mediante el que el gobierno lobotomiza a la gente, usando músicas amables, mientras zampa hamburguesas creadas artificialmente. El argumento nos suena de algo, pero aún se complica más si este héroe de la música industrial requiere del apoyo espiritual de Genesis P-Orridge, reconvertido en sacerdote que proclama la doctrina del no-ser. Y ya no digo más si esta revelación ha llegado por un sueño en el que William Burroughs regenta una tienda de electrónica y le da al protagonista consejos de bricolaje. Para colmo, su novia, Christiane F. (sí, la de Fassbinder) se pasa el día estudiando el comportamiento de las ranas, porque los anfibios son cariñosos y cuquis. El argumento de este delirio titulado DECODER es como un ciberpunk directamente salido de El Víbora, con un Berlín desquiciado, que arrastraba los estertores de lo del muro, y asistía al nacimiento de una generación de jóvenes dispuestos a crear desde la destrucción de cualquier normatividad. Y se le ocurrió a Jürgen Muschalek, que fue un maldito que murió demasiado pronto; y es muy rara, y muy ruidosa, y muy imposible de hacer hoy día, por esa mezcla improbable de enternecedor idealismo y espíritu inquebrantable. 
Es difícil de encontrar, tanto como de visionar, pero una absoluta rareza como ésta previene la tontería anquilosada por costumbres adquiridas, así que...
Saludos.

sábado, 7 de diciembre de 2024

El clic


 

El día que abordemos seriamente la cuestión de las distribuciones en este país, podríamos encontrarnos sorpresas sorprendentemente sorprendentes. Por ejemplo, LA ESPERA, tercer largo del cineasta cordobés Francisco Javier Gutiérrez, que estuvo en el Sitges'23, obteniendo excelentes críticas, para seguidamente diluirse en un incomprensible ostracismo, pues estamos ante uno de los títulos que deberían haber sobresalido este año por derecho propio. Aun con sus defectos, sus tics que atribuyo a los muchos homenajes que emprende, o algunas licencias discutibles, lo cierto es que estamos ante un trabajo notable en su depuración formal, que mixtura sin temor la sequedad de un western, que se va tornando amenazante al zambullirse en un horror que cobra todo su sentido cuanto más avanza hacia lo inconcebible. Todo ello en un festival de miradas sudorosas en ángulos cerrados, presagios que rompen la monotonía de un hombre que cree haber encontrado la estabilidad al hacerse cargo de una finca andaluza, adonde se muda con su mujer e hijo, sin sospechar que la tragedia puede adoptar múltiples formas y atacar implacablemente. Y es imprescindible ponderar el extraordinario trabajo de Víctor Clavijo, en un papel contenido y tenso, fiero y vulnerable, que hace justicia a un actor dotadísimo para trasladarnos a los terroríficos secretos escondidos en esos interminables latifundios de una tierra que me es propia, y donde no parece tan improbable que el mal campe a sus anchas.
La tienen en Filmin si se la perdieron, que es lo más probable, y tengan a mano una ducha para cuando terminen de verla...
Magnífica.
Saludos.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Para morirse


 

A calzón quitado ¿Es THE CROW'24 una mala película? No ¿Es buena? No ¿Había que hacerla? No ¿Pasa algo por hacerla? No. Y así las cosas, a Rupert Sanders (que lo hizo cojonudamente en GHOST IN THE SHELL) le cae el "marrón" de hacerse cargo de un personaje maravilloso para un cómic, pero muy jodido de llevar a la pantalla si no se le añade un plus que, de momento, nadie ha atinado con él. De decir algo, diría que es insulsa, sobre todo en una primera mitad soporífera, mal montada y mal actuada; precisamente porque de este personaje siempre ha sido mejor saber lo mínimo y deleitarse con sus "porque sí". O dicho de otro modo: una hora de gilipollez esteticista, vacía, tendenciosa y aburrida, que se compensa con 45 minutos finales a lo JOHN WICK, igual de de vacíos, pero al menos con mamporros, mutilaciones y un montaje algo más decente con una ópera de fondo a la masacre. Bill Skarsgard cumple, TNAflix no sé si es una actriz, una ameba o alguien que pasaba por allí, y Danny Huston es malo porque nos dicen que es malo, pero yo sigo varios días después intentando saber a qué se dedica y cuáles son sus intenciones, y si alguien lo sabe puede ponerlo en comentarios...
La palabra es "prescindible".
Saludos.

jueves, 5 de diciembre de 2024

Sutileza doliente


 

La rareza es lo diferente, capaz de sortear las dificultades de la precariedad, sobreponiéndose con ideas claras y concisas. Hoy lo llamamos "cine de culto", pero su mayoría lo componen títulos que pasaban sin pena ni gloria, a la sombra de las producciones "canónicas". El sub del sub nos indica que hemos visto a verdaderos visionarios, kamikazes entusiastas, artesanos elegantes y una estirpe al fondo del todo, una minoría cuya visión del séptimo arte no concuerda con modas, mercados ni imposiciones. Y eso que el caso de Curtis Harrington es extrañísimo, porque tuvo una carrera ínfima en el cine, pero extensísima en culebrones ultracomerciales en televisión. Harrington hizo un puñadito de películas cuando tenía tiempo y algo de calderilla, y se dejaba caer con films que revelan a un cineasta sensible, y que hoy día se impondría a mediocridades que todos conocemos. Pero su culmen llegaría en 1961 con NIGHT TIDE, un enigmático cuento, entre la ensoñación y un romanticismo decadente, del que fue absoluto artífice, y en el que un pizpireto Dennis Hopper deambulaba por los bulevares de una Santa Monica de aspecto fantasmal, mientras perseguía fascinado a una joven que se exhibe como sirena en una atracción. Ni terror, ni fantástico, sino más bien uno de esos poemas filmados a puerta fría, con un presupuesto inexistente para recrear casi un estado mental alterado por una obsesión que nunca nos es explicada, pero que da paso a infinidad de interpretaciones, porque esta joven podría ser apenas una impostora, una asesina o una auténtica sirena rescatada en Grecia por el marinero que ahora la muestra en una urna. Todo ello podría ser posible, y también producto de un sueño demasiado real, quizá como lo hubiese soñado Frank Booth antes de enloquecer...
Si se preguntan qué es una peli de culto, aquí tienen la respuesta.
Saludos.

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Perra vida


 

Tengamos en cuenta que GOOD BOY es noruega, que su director tenía 23 años y que dura poco más de una hora, lo que nos presenta un cóctel que no parece de este tiempo de rellenos innecesarios. Una vez aclarado, les prevengo de que aquí está todo muy claro desde el principio, y que la zona spoilers carece de sentido, por lo que podemos ir al grano sin problema. Él es un joven atractivo y heredero de una gran fortuna, pero que necesita Tinder para conocer a una chica que, claro, cae rendida ante lo que a toda luces es un príncipe azul. Y todo va bien, excepto porque él tiene un perro, y no porque ella sea alérgica, sino porque el perro en realidad es un hombre con un disfraz, pero cuyo comportamiento es enteramente el de un perro. Y es una película muy recomendable, que no se entretiene en hacerse la lista ni la importante, y que ofrece una visión perturbadora por cuanto tampoco da grandes explicaciones, y prefiere que saquemos nuestras propias conclusiones, sobre todo en el terreno moral, que funciona bastante mejr que el supuesto relato de horror psicológico, que se torna previsible demasiado pronto. Es verdad que tiene algunos momentos impactantes, pero también que nunca llega a ser todo lo escabrosa que promete, y la sensación general es de un film que parte de una idea originalísima y arriesgada, pero que se le podría haber sacado mucha más punta. Que Hollywood va a hacer un remake en breve es algo que todos tenemos muy claro...
Saludos.

martes, 3 de diciembre de 2024

Pescadores de coplas


 

Curiosa cinta ALL YOU NEED IS DEATH, que juega con el ridículo, o la comedia involuntaria, para terminar siendo un modesto y digno film de terror, internándose por aquello del folk con bastante más sentido que otros productos más ambiciosos, pero también más artificiales. No es muy larga, y le cuesta bastante arrancar, pero su escena central le da sentido a una premisa algo confusa, en la que una pareja se dedica literalmente a "robar" canciones tradicionales irlandesas, aprovechando que la mayoría no se encuentran registradas, con tal de apropiarse subrepticiamente los derechos. Sin embargo, su ambición les lleva hasta una legendaria cantante, heredera de una antiquísima estirpe, que les canta un pasaje en una lengua ignota, presumiblemente anterior incluso al gaélico, pero que alberga una devastadora maldición contra quien ose divulgarla sin permiso expreso. Y como decía, el film mantiene el interés hasta un desenlace que no por esperado es menos impactante, y que la coloca en esa interminable lista de títulos poco memorables, pero que nos podría advertir (se trata de una ópera prima) de una más que prometedora carrera en el género.
Saludos.

lunes, 2 de diciembre de 2024

El ocaso del guionista


 

La premiere de APARTMENT 7A en España la tuvo Sitges, tan sólo para demostrar que el guionista entendido como creador de historias ya no existe. Tenemos este maravilloso comienzo de siglo, en el que la saga es la historia, a falta de una senda unificadora ¿Qué mejor que una homogeneización lúgubremente confortable?Alguien dijo que con esto de las plataformas la gente ya no irá al cine, sino que el cine irá a la gente; lo divertido es que puedes escuchar a alguien decir que la obra maestra de Polanski es una antigualla, mientras engulle en estado catártico este ¿remake?... ¿precuela?, para seguidamente seguir dándole al botoncito ¿La película? Nunca mejor dicho, vender el alma al diablo. Una directora a la que se le nota que sabe dirigir, crear ambiente, e incluso recrearse en una gran actriz como Julia Garner, que sostiene junto a Dianne Wiest, otra grande, este sinsentido producido entre otros nada menos que por Michael Bay. Y al menos tiene una ventaja: es imposible hacerle spoilers, porque es un calco de la original, sin más. Curioso, porque si hay algo intemporal es aquel título en español, que más bien parecía una troleada, o el spoiler más grande de todos los tiempos.
Tiene algunas escenas interesantes, pero es un pelín soporífera...
Saludos.

domingo, 1 de diciembre de 2024

Rincón del freak #624: Nopagas vs. la Soundgarda


 

Me imaginaba mientras la leía, que RAWHEAD REX debía tener una adaptación al cine cojonuda. De los "libros de sangre" de Clive Barker, era uno de los relatos más diferenciales, mejor estructurados y que de alguna manera anticipaba a los célebres cenobitas. Y Barker siempre ha parecido un escritor muy cinematográfico, lástima que nadie haya dado con la fórmula para atrapar su particular concepción del terror, un universo plagado de criaturas con tendencia a desafiar cualquier creencia o dogma, y dispuestos a sembrar el caos y la destrucción. Aquí se nos contaba el desenterramiento de una criatura proveniente de los tiempos paganos en la Irlanda rural, cuya ira se enfocaba hacia todo lo eclesiástico, conjugando la furia destructiva con una gran irreverencia ante lo que huela a sagrado. El problema es que esta adaptación, de 1986, es pobre con avaricia; una de esas series B tan evidentes, que no sabes si estás ante una parodia, y que demuestra una vez más el axioma de que no todos los ochenta son para recordarlos con indulgencia. 
Por cierto, había un pie de página del propio Barker, unos cuantos años después, preguntándose qué diablos habían hecho con el guion que él mismo había escrito... y con el presupuesto para el monstruo...
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!