miércoles, 1 de julio de 2020
Fin del camino
Debe ser algo frustrante tener que acabar una filmografía como la de Claude Chabrol con un film como BELLAMY, pero así era Chabrol, imprevisible dentro de su rigor, un rigor que quizá sólo él conocía y era capaz de entender, o no. BELLAMY es difícil de ubicar, comenzando por su protagonista (era la primera colaboración con Gérard Depardieu), un comisario al que pillamos de vacaciones, pero que no puede evitar seguir siendo policía, aunque sus problemas reales los tiene fuera del trabajo. Un tipo bonachón, generoso y enamorado de su mujer, a la que pide constantemente un poco más de "atención". Así, Chabrol nos introduce en una especie de comedia costumbrista, con algunos adornos policíacos, pero que acaba virando hacia una extraña clase de patetismo de andar por casa. Hay un asesinato, o un accidente, pero es más interesante ver a Depardieu con sus frustraciones sexuales, o soportando a su hermano, ludópata y alcohólico. No sé, parece como la peor película para despedirse, y es curioso, después de una carrera tan larga, pero así es, y así se lo hemos contado, incluso con una pandemia de por medio, porque tampoco nosotros paramos, por supuesto...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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