martes, 28 de abril de 2015
Y dentro de nosotros, las sombras
Les voy a recomendar una película vivamente. Les voy a recomendar THE BABADOOK.
THE BABADOOK es el primer film de la australiana Jennifer Kent, y no creo que pueda rodar nada mejor; la reto a que lo haga, porque THE BABADOOK, señores, es muy muy buena, y los que siguen este blog saben que no suelo referirme a ningún film en este término. Pero debo insistir, porque he visto muy pocas películas de terror (y sin terror) que exploten con tanta inteligencia, pasión y veracidad lo que están intentando contar, y sea lo que sea lo que estén contando. En rápidos trazos, estaríamos ante la enésima historia de fantasmas "insidiosos", que no dejan en paz a los pobres moradores de una casa (siempre amplia y siempre con sótano), que hacen ruidos extraños, que pasan velozmente como una sombra y que son peores que el PP en materia de desahucios... Pero siempre me hago una pregunta, y es ¿pero qué diablos pasa con los acosados por dicho ente maligno? ¿cuál es de verdad su vida? ¿es que no cabría la posibilidad de que, al derribar la cuarta pared, lo que se nos está escamoteando es eso y por tener que mostrar al fantasma forzosamente? Lo que ha ensayado Kent es complicado de explicar, porque por encima del monstruo, lo que da miedo de verdad es el progresivo deterioro al que se ve sometida una mujer (excepcional Essie Davis), que perdió a su marido cuando la llevaba al hospital a punto de dar a luz, y que se ve incapaz de educar a su hiperactivo hijo (un inquietante y muy veraz Noah Wiseman). Es decir, lo que yo veo es más la tortura psicológica, que quizá podemos identificar con una especie de posesión demoníaca, aunque el inteligente guion consigue hacernos dudar sobre qué tipo de amenaza supone el siniestro personaje, aparecido de la nada, de un libro aparecido de la nada. No es precisamente su desenlace lo más brillante, sino la capacidad para hilvanar un relato complejo, sórdido y bastante desalentador, además de un maravilloso (ojalá siente cátedra) uso del sonido, sin efectos ensordecedores ni músicas a lo bestia; de hecho, los mejores momentos de este magnífico film son los que ocurren en completo silencio, creando una atmósfera de extrañeza que no desaparece en ningún momento y que incluso sirve para que asistamos a un insólito punto de vista (yo no lo recuerdo antes), que es, ni más ni menos, el del propio monstruo...
Si sólo pueden ver una película esta semana, tiene que ser ésta...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
3 comentarios:
A mi me encantó, todo menos el final. Lo veo mal explicado, cogido con pinzas, a pesar de lo abierto a la metáfora que es. Igualmente, la peli me parece una de las mejores de terror de los últimos años y en general coincido contigo en casi todo.
Por "final" no sé si entender el desenlace en sí o el breve epílogo, que puede ser más prescindible. Pero me ha gustado tanto que ni lo había pensado, la verdad...
Un saludo.
Sagerao.
Se repite.
Pero notable sí que es.
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