jueves, 29 de enero de 2015
Libre en otra cárcel
Hay algo grande en THE IMMIGRANT, y, por añadidura, en la manera de hacer cine de James Gray... pero me temo que no va a trascender más allá de su magnífico dominio de las distancias cortas; donde otros cineastas menos dotados huyen hacia catalépticos parajes de dudosa poesía visual, Gray no rehúye la inermidad a la que somete a sus demasiado humanos personajes. Se me ocurre que, aunque aquí lo parezca, no llegará a la complejidad del Leone que estamos pensando, pero que tampoco le hace falta; su retrato es el de la desorientación y nunca la afirmación satisfecha, y el fascinante tríptico que delicadamente introduce, sin que unos solapen a otros, responde tanto a la melancolía chapliniana como a un tumultuoso (aunque frenado) Scorsese "enamorado". Así, Ewa, la acongojada inmigrante polaca que pierde a su hermana justo antes de que le anuncien su deportación por no estar casada, pasa de víctima del sistema a verdugo involuntario; Bruno, un destartalado e inestable chuloputas, quiere pasar por una especie de cazatalentos, pero apenas puede usar el suyo, escaso, para ayudar cruelmente a la joven, de la que está perdidamente enamorado; por su parte, Orlando, el mago, escapista, vendría a encarnar esa libertad que no parece existir en una lúgubre isla de Ellis, no tan diferente del país relatado angustiosamente por la joven, incapaz de decidir si condenarse al esperar a su hermana o huir egoístamente y dejar atrás su nueva esclavitud. Gray lo filma todo con una pesadumbre que no es liviana, pero tampoco plomiza; sus personajes se mueven con dificultad, deben sortear obstáculos constantemente, engañar para sobrevivir, y es justo cuando parece asomar algo parecido a la esperanza, el momento para asestar un golpe fatídico y sin que podamos atisbar a quién le tocará la peor parte.
Y, claro, no se pierdan a Joaquin Phoenix...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Es muy bonita pero muy folletinesca. Anyway, James Gray es un grande del cine actual. Tiene una sensibilidad sobresaliente. Estupenda fotografía, por cierto.
A mí me recordó al Murnau de AMANECER. No en la forma, sino en el fondo.
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