lunes, 22 de septiembre de 2014
El horror interior
SAUNA fue el explícito título de un film semidesconocido que se estrenó hace ya seis largos años. De su joven director, el finlandés Antti-Jussi Annila, que ya despertó cierto revuelo dos años antes con la curiosísima JADESOTURI, no ha vuelto a saberse nada realmente importante, lo que habla a las claras de la dificultad de emprender una aventura cinematográfica mínimamente ambiciosa en países que no contengan una filmografía "estándar" y exportable. Pero detengámonos en este hermético y bello cuento ambientado nada menos que en la guerra entre Suecia y Rusia en pleno Siglo XVI y que, sirviéndose de la excusa desplegada de un geógrafo sueco encargado de dictaminar el lugar exacto de las fronteras entre ambos países, va construyendo un horror invisible e innombrable, quizá por yacer en las personalidades de los representantes de unos territorios condenados a no entenderse jamás. No sólo el viaje del geógrafo, acompañado por su sanguinario hermano medio ciego (espléndido Ville Virtanen) irá careciendo de sentido a medida que vayan llegando a un punto de no retorno, sino que servirá para exponer la sinrazón de unas "conquistas", escaramuzas más bien, que apenas si justifican el capricho de militares insensibles. Como en una premonición de oscuridad fatal, un imposible grupo formado por suecos y rusos, condenado a entenderse, irá directo a una inesperada boca del lobo, una mortecina aldea que parece no tener nada más por delante, excepto una extraña y oscura sauna, de la que emana una atracción ininteligible.
Una película, en suma, de una belleza visual inusual en este tipo de propuestas, tan dadas a la truculencia gratuita y el desvarío; y, aunque los aficionados al género pueden encontrar dos o tres momentos simplemente sobrecogedores, lo que destaca realmente es la pausa impuesta, acertadamente, por su director, que crea una atmósfera letárgica y de "limpia suciedad", si me puedo permitir el yescazo... Si no la vieron en su momento, es hora de recuperar una de esas rarezas por las que suspira una parroquia tan fatigada como es la del fantástico con neuronas. El final, además de bonito visualmente, también da bastante mal rollo.
Saludos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
4 comentarios:
Pues no tengo nada para esta noche, así que...
Joder, no tenía ni idea... La recuperaré, desde luego. Me gustan las propuestas inusuales o por lo menos arriesgadas, y más en este género.
Joder, no tenía ni idea... La recuperaré, desde luego. Me gustan las propuestas inusuales o por lo menos arriesgadas, y más en este género.
Es buena, sin sustos. Un poco lenta, pero con momentos muy conseguidos...
Publicar un comentario