Otra de las películas que optaban a oscar este año fue la danesa EN KONGELIG AFFÆRE (UN ASUNTO REAL), que aquí pudimos ver y disfrutar en el Festival de Sevilla a finales del año pasado. En las antípodas de la finalmente ganadora, AMOUR, este drama de época, ambientado en la corte danesa del Siglo XVIII, sin alzar la voz ni permitirse ningún engolamiento, siempre inherente a este tipo de historias, funciona en dos vertientes aparentemente alejadas. Por un lado, da buena cuenta de un país en el preciso momento en el que su realeza atravesaba una profunda crisis de valores, dejando de lado al pueblo y con la esperanza de que la Ilustración, que era ya una realidad en el resto de Europa, tomase parte en un Estado obsoleto y tenbrosamente instalado en un cristianismo ultraconservador. Sin embargo, lo que hace atractivo a este film es la punzante historia de amor que cuenta, mucho más amarga de lo que parece. La británica Carolina Matilde es desposada con el Rey Christian VII, un tipo inmaduro y caprichoso que simplemente da curso a lo que su Consejo maquina en la oscuridad; sin embargo, un hecho poco menos que casual cambiará para siempre el devenir del país nórdico. Un humilde médico, de ideas progresistas y apegadas a la cultura francesa, es requerido por dos nobles repudiados para que medre en la corte, ascienda a médico personal del Rey y luego devuelva el favor. Durante un tiempo, este médico, inteligente y oportunista, logrará que el maleable Rey Christian, casi como si de un juego se tratara, reforme multitud de leyes, disuelva el Consejo e instaure un tiempo de prosperidad y democracia. El problema llegará por la atracción que la Reina sentirá hacia el médico, una situación que, una vez descubierta, dará al traste con todo lo conseguido. UN ASUNTO REAL mantiene perfectamente el pulso y apenas baja el interés de un guion bien trazado y en el que, como curiosidad, intervino nada menos que Lars von Trier, además de que su productora, Zentropa, fuese la encargada de financiar el film. Además, su trío protagonista está impecable. Mads Mikkelsen está imponente como el médico de origen alemán, y le secundan la jovencísima Alicia Vikander y Mikkel Boe Følsgaard, que obtuvo el premio de interpretación en el Festival de Berlín. Una película de época, sí, pero que desvela cosas que ahora no quizá no meditamos lo suficiente, aunque no nos gustaría que nos tocaran de cerca.
martes, 5 de marzo de 2013
Dejemos que haya luz
Otra de las películas que optaban a oscar este año fue la danesa EN KONGELIG AFFÆRE (UN ASUNTO REAL), que aquí pudimos ver y disfrutar en el Festival de Sevilla a finales del año pasado. En las antípodas de la finalmente ganadora, AMOUR, este drama de época, ambientado en la corte danesa del Siglo XVIII, sin alzar la voz ni permitirse ningún engolamiento, siempre inherente a este tipo de historias, funciona en dos vertientes aparentemente alejadas. Por un lado, da buena cuenta de un país en el preciso momento en el que su realeza atravesaba una profunda crisis de valores, dejando de lado al pueblo y con la esperanza de que la Ilustración, que era ya una realidad en el resto de Europa, tomase parte en un Estado obsoleto y tenbrosamente instalado en un cristianismo ultraconservador. Sin embargo, lo que hace atractivo a este film es la punzante historia de amor que cuenta, mucho más amarga de lo que parece. La británica Carolina Matilde es desposada con el Rey Christian VII, un tipo inmaduro y caprichoso que simplemente da curso a lo que su Consejo maquina en la oscuridad; sin embargo, un hecho poco menos que casual cambiará para siempre el devenir del país nórdico. Un humilde médico, de ideas progresistas y apegadas a la cultura francesa, es requerido por dos nobles repudiados para que medre en la corte, ascienda a médico personal del Rey y luego devuelva el favor. Durante un tiempo, este médico, inteligente y oportunista, logrará que el maleable Rey Christian, casi como si de un juego se tratara, reforme multitud de leyes, disuelva el Consejo e instaure un tiempo de prosperidad y democracia. El problema llegará por la atracción que la Reina sentirá hacia el médico, una situación que, una vez descubierta, dará al traste con todo lo conseguido. UN ASUNTO REAL mantiene perfectamente el pulso y apenas baja el interés de un guion bien trazado y en el que, como curiosidad, intervino nada menos que Lars von Trier, además de que su productora, Zentropa, fuese la encargada de financiar el film. Además, su trío protagonista está impecable. Mads Mikkelsen está imponente como el médico de origen alemán, y le secundan la jovencísima Alicia Vikander y Mikkel Boe Følsgaard, que obtuvo el premio de interpretación en el Festival de Berlín. Una película de época, sí, pero que desvela cosas que ahora no quizá no meditamos lo suficiente, aunque no nos gustaría que nos tocaran de cerca.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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