jueves, 31 de marzo de 2011
La épica en movimiento
Ésta es la historia de Roy Hobbs, que quizá pudo ser el mejor jugador de baseball de todos los tiempos... o quizá no. Da igual, porque no lo hubiesen dejado de todas formas. El éxito a toda costa, incluso traicionando a los seres queridos, incluso vendiendo el alma al diablo del dinero, es la base sobre la que se cimienta la excelente THE NATURAL, donde Barry Levinson logró por breves momentos alcanzar ese grado de excelencia que casi siempre le ha estado vedado en una filmografía, la suya, plagada de altibajos de poca sustancia. A esto contribuye un espectacular reparto, con un Robert Redford en uno de los mejores papeles dce toda su larga carrera; un tándem femenino, perfectamente complementadas como día y noche (sí, al igual que en TWO LOVERS), formado por Glenn Close y Kim Bassinger, y unos secundarios magníficos, como Barbara Hershey, Joe Don Baker, Richard Farnsworth y hasta un incipiente Michael Madsen.
En THE NATURAL se nos cuenta con un ritmo encomiable, pausado, sabio, el descubrimiento del talento de Hobbs, desde que bateaba con su padre en el campo, lo que le llevará a ser estafado por un tipo que le llevará poco menos que de atracción de feria, y entroncando esto inteligentemente con la tardía llegada al baseball profesional. Aunque Hobbs arrastra un pasado aún más oscuro que no puede desvelar a sus jóvenes y sorprendidos nuevos compañeros; Hobbs fue extorsionado y engañado por el dueño del club, lo que terminó con un desgraciado disparo que le dejó fuera del baseball durante los que prometían ser los mejores años de su vida. En esta inesperada segunda oportunidad, aparecerán viejos fantasmas y nuevos fangos, lo que convierte a THE NATURAL en un exuberante cruce de géneros, del cine de gangsters al de proezas deportivas, pasando por el drama romántico y hasta un extraño y precioso desenlace que por momentos roza el cine fantástico y que a mí siempre me remite al mejor Spielberg. Y les advierto que, en esos instantes finales, repletos de la épica hollywoodense que tanto nos gusta, es prácticamente imposible reprimir las ganas de levantarnos y animar también nosotros a ese bateador que ha sido golpeado tanto por la vida, con la misma fuerza que ha imprimido a esa bola que va hacia arriba... arriba...
Saludos en primera base.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Great post! I wish you could follow up on this topic!
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Vale, machote... lo que tú digas...
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