jueves, 17 de marzo de 2011

El último baile



Después de ver BLACK SWAN, la sensación que con más insistencia me ha perdurado ha sido la de que, con este material, Darren Aronofsky podía haber hecho una obra maestra; su impericia y, sobre todo, falta de arrojo lastran penosamente una historia que necesitaba menos efectos visuales y más penetración psicológica ¿No está todo en la perturbada mente de Nina? La ambigua y desmoronada interpretación de Natalie Portman (otro oscar bastante merecido) es el único puntal de garantías de un film que promete mucho más de lo que ofrece, que no digo que sea engañar al espectador, pero sí exasperarlo. Aronofsky muestra demasiado pronto sus cartas, prácticamente desde la secuencia inicial, y debe ser muy lelo para creer que nos vamos a tragar algún tipo de desambiguación que pudiese derivar hacia el Fantástico; eso no son más que los trucos visuales de casi siempre, el peaje a pagar por una distribución de primer orden mundial. Pero luego está la historia, y si atendemos un poco (por difícil que resulte con tantas idas y venidas), BLACK SWAN gana en cuanto se centra en su naturaleza alegórica, donde el ballet de Tchaikovski se funde con el grave desequilibrio mental/emocional que sufre su protagonista, víctima de una manía persecutoria extrema que la llevará a crearse su propio mundo de amenazas y conspiraciones. La madre (una estupenda Barbara Hershey), posesiva, acaparadora y frustrada bailarina en su juventud, no queda bien remarcada como elemento fundamental, y se nota. Vincent Cassel está correcto como el magnético director de la compañía, mientras que Mila Kunis apenas tiene peso en otro papel fundamental que se diluye por culpa de una pésima actriz.
Una lástima, porque, si bien BLACK SWAN es un entretenimiento sólido y de loable honestidad, me parece que se tendría que haber mirado menos al ombligo y, no sé, a lo mejor retirando un poco la cámara del rostro de Portman, no para dar un respiro, no hace falta, sólo para echar un vistazo alrededor y encontrar las muchas cosas interesantes que sólo los genios encuentran donde a nadie se le ocurre mirar.
Saludos en demi-pli.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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