jueves, 9 de julio de 2020
Los follamentes
El afán completista nos lleva a fijarnos en aquellos directores con los que, de una manera u otra, se ha ido formando nuestra cinefilia. Es el caso de David Cronenberg, asiduo de estas páginas, pero del que hemos reparado en cierta dejación hacia sus primeros títulos, asunto que intentaremos solventar en la medida de lo posible de aquí en adelante. Y empezando por el principio, su primer largo data nada menos que de 1969, y aunque no sea ni mucho menos nada del otro jueves, sí es cierto que un jovencísimo Cronenberg (26 años) ya mostraba muchas de sus obsesiones y referentes estéticos. STEREO es una hora escasa de autismo extremo, en el que el director canadiense parece inmolar el relato distópico a base de conjuntar imágenes en B/N, bajo una narración en off, casi en clave documental. Se entiende lo que se dice, pero no el porqué, y en apenas diez minutos queda clara la previsible pedantería del estudiante de cine, armado de escasos 3500$, y que pretende erigir una especie de distopía que amalgama seres telepáticos, totalitarismo social, experimentos genéticos y sexualidad de laboratorio. Sí, puro Cronenberg, dirán algunos, pero francamente, esto es una chorradita que no se la podemos perdonar ni a él, por mucho que veamos asomar SCANNERS o VIDEODROME, muy, pero que muy a duras penas.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Toda esa primera parte de la filmografía de Cronenberg (que en términos generales me encanta) me parece genial. De ésta, de lo que más me llamó la atención es que el hecho de ser "muda" y con un narrador en off se debió a que a Cronenberg se le jodió el sonido y tuvo que ingeniárselas con esos mecanismos. Yo siempre tiendo a pensar que todo lo que veo y escucho en pantalla es una decisión no forzada, especialmente en lo técnico.
Saludos.
A mí me parece aburrida...
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