sábado, 2 de febrero de 2019

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #22



CLAIRE'S CAMERA, estrenada en 2017, supuso un pequeño punto de inflexión en la heterogénea filmografía de Hong Sang-soo, y dejó la reconfortante sensación de que quizá el director coreano está llegando a un punto más austero en lo formal y esencial en lo dialéctico. En otras palabras, dice más y más variado con menos palabras, personajes y situaciones, lo que queda reflejado, por ejemplo, en la duración, que aquí apenas sobrepasa la hora de duración para elaborar un agudo y certero análisis de las hipocresías que rodean al mundo del arte y a los artistas. No se nota apenas, porque lo que cuenta Hong Sang-soo lo hace siempre desde una franqueza interior de quien, efectivamente, ha de lidiar a menudo con ese mundo, al que una vez más invoca desde un festival de cine, y nada menos que el de Cannes, del que su cine es habitual. Sin embargo, el léxico del coreano arrincona al evento y lo deja en segundo plano, porque lo que importa aquí no es el gran espectáculo, sino la aventura íntima de Manhee, una humilde asistente de ventas que promociona la película de un director con quien hace tiempo tuvo un romance, y que es despedida en mitad de la promoción por su jefa, que es la pareja del director. Casi de la nada aparece la Claire del título (una estupenda Isabelle Huppert), una profesora que conecta inmediatamente con Manhee y ejerce una influencia positiva en la joven, que ve su mundo derrumbarse. Parece difícil decir tantas cosas y tan interesantes en un metraje tan exiguo, pero es ésta una película sobre todo elocuente, en mi opinión no tan redonda como otras de su director, pero sí de las más significativas por el panorama que anuncia, aunque algo veníamos intuyendo desde su celebrada EN LA PLAYA, SOLA, DE NOCHE.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!